CAPÍTULO 23: "El infierno"

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Capítulo 23.

"Cuando el infierno arde, los demonios bailan."

Una frase que significativamente podríamos interpretar de muchas formas. ¿Alguna vez has sentido tanta furia que crees que podrías destruir el mundo? Así estaba Adriel por dentro, pero tan tranquilo por fuera que daba miedo el simple hecho de verlo callado.

Una tormenta de nieve caía afuera; ya hacía un poco más de una semana desde que Kevin y Angélica habían entrado a SACCO, por lo que algunas cosas habían pasado en ese tiempo: Angélica se la pasaba ensayando su canto junto a la compañía de Kevin. Sebastián ha empezado a salir con Anyi, y Camila estaba cada vez más asustada y más envuelta en lo que Adriel hacía.

Una oscuridad de inmensa era interrumpida por velas de color negro, que se derretían e iluminaban el lugar, mostrando los muebles viejos y tapados con sábanas blancas polvorientas de una pequeña casa en ruinas en medio de la gran ciudad, llena de polvo y de ventanas rotas.

—¿Qué es este lugar, Adriel? —Camila lo miraba, mientras él se encontraba sentado en un sillón grande de piel roja. Sus rasgos y cabello dorado eran iluminados en rojo, amarillo y naranja, una mezcla formas por los colores del fuego de las velas que ardía cerca de él.

—Nuestra sala de reuniones, Camila —Adriel sonaba algo cansado—. Es peligroso seguir reuniéndonos en los callejones.

—Pero apenas somos cuatro en esta casa, podríamos reunirnos en el hotel.

—No somos solo nosotros cuatro —Adriel sonrió como si de un demonio se tratara, algo que hizo que la piel de Camila se pusiera de gallina.

—¿A-a qué te refieres, Adriel?

—Solo espera y lo vas a entender todo.

Una brisa fría entró a la casa abandonada, abriendo la puerta de un tirón y cerrándola, apagando todas las velas de repente, dejando el lugar totalmente oscuro.

—¿A-Adriel?

Empezaron a iluminarse ojos rojos y blancos por todas partes.

—Parece que llegaron nuestros invitados, Camila. —Adriel se levantó y las velas volvieron a encenderse en una llama azul, revelando los diez demonios que estaban dentro.

Una chica de ojos negros y cabello igual fue hacia Adriel, y lo cacheteó de una manera que le sacó sangre del labio inferior. Él solo lamió sus labios y sonrió, divisó a la chica que lo miraba con rabia.

—A mí también me da gusto verte, hermanita —dijo y ella solo dejó la furia atrás para sonreír como una poderosa demoniaca.

*

Música.

Eso era lo que se escuchaba en la casa de Kevin: Música de guitarra. Era una melodía hermosa acompañada de una voz angelical que todos conocemos. Ambos estaban sentados en la cama cantando y divirtiéndose, Sebastián y Anyi estaban sentados en el suelo mirándolos.

Al terminar, ambos aplaudieron y Kevin sonrió viendo a Angélica. Ella se sonrojó levemente.

—Hacen un excelente equipo —dijo Sebastián.

—Sí, y Angélica canta hermoso —Anyi le siguió la rima sonriendo y aplaudiendo.

—Gracias. —La castaña sonrió.

—¿Oigan, alguien tiene hambre? —Dijo de repente Sebastián y todos los miraron—. Anyi y yo podríamos hacer pizzas para todos.

—Hmm, ya se me hace agua la boca —dijo su compañera y se levantó del suelo.

COMO CAÍDA DEL CIELO (CCDC) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora