Because It's You 𓏲ָ JeongCheol [Editando]

「𝐓𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨 𝐫𝐞𝐬𝐟𝐫𝐢𝐚𝐝𝐨」

Caminaba rumbo al colegio, su mochila colgando su hombro y los nervios calando su cuerpo. ¿Qué pasaría después? ¿Le dejaría de hablar? ¿Lo trataría de evadir?

¿Y que se supone que tenía que hacer él? ¿Sonreírle? Maldita sea la hora en que la valentía se apoderó de él.

Llegó a su salón y se sentó, al menos se sentaba atrás, algunos voltearon a mirarle, ¿Tenía algo de raro? ¿Se había manchado el suéter? Sacó su mochila y la puso a espaldas de su asiento mientras que con una vista rápida revisaba que todo estuviera bien con su atuendo.

—Realmente si que te tomaste en serio lo de la segunda es la vencida —rió JiSoo al sentarse a su costado.

—¿Eh? —ahora no entendía nada.

—¿No te lo pusiste adrede?

—¡No! Estoy enfermo, era lo único abrigador que encontré —dijo, ahora que su voz había mejorado podía hablar mejor, gracias a las pastillas que le dieron sus amigos.

—Ahh, cierto —recordó el chico.

Los dos seguían hablando normalmente hasta que un pelinegro ingresó por la puerta, JeongHan intento no voltear; pero era imposible, su olor había llegado hasta el, a pesar de que estaba constipado.

Los dos chocaron miradas y el pelinegro lo miro raro, y no raro del tipo desagrado, si no raro del tipo bueno; o algo así interpretó de su mirada.

Hasta que se sentó y se volteó, no sabía realmente que había pasado, pero su olor había cambiado un poco, ahora se sentía reconfortante.

—¿Han? —JiSoo le tocó el hombro, haciendo que este salga de su ensoñación—. ¿Y esas miradas?

—Su olor cambió, es raro.

—¿Su olor? Han, ¿de qué olor hablas?

—Vamos JiSoo. El olor de Cheol cambió, no me digas que no lo hueles —viró los ojos, como si fuera obvio lo que estaba diciendo.

—No, realmente... yo no huelo nada —el chico hizo el esfuerzo pero al parecer su nariz no captaba algún olor.

—Entonces... Debe de ser mi imaginación, supongo.

El chico a su lado asintió, al ver que el profesor entraba al salón a dar las clases como se suponía.

°

JeongHan se sentía raro, no solo algunas miradas se posaban en el, sino que donde pasaba todos instintivamente volteaban.

Vale, ya le estaba hartando.

—¡JeongHan! Pero que cambio —alzó la voz SeokMin, cosa que puso a el mencionado nervioso ya quienes se encontraban cerca lo miraron atentamente, especialmente un pelinegro que no le quitaba la mirada de encima.

—Cállate Seok.

—Oh, está bien —se hizo el indignado mientras se sentaba junto a los dos chicos—. ¿Por qué te vestiste tan adorable?

—¿Adorable? Yo n-

Y estornudo, 20 veces, iba 20 veces que estornudaba en todo el día.

—Supongo que por eso te miran todos, te ves muy adorable —dijo SeokMin.

—¿En serio se ve tan adorable? —JiSoo miraba a JeongHan, bien, si al principio le sorprendió, ahora no tanto, igualmente su amigo era adorable de todos modos.

—Yo lo veo así —murmuró SeokMin, antes de comer un poco de su plato.

JiSoo asintió y sin mirar a ninguno comenzó a comer.