「𝐄𝐥 𝐛𝐚𝐥𝐚𝐧𝐜𝐞 𝐝𝐞 𝐝𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬」

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Madera, nuevo, tinta.

Principalmente en eso se basaba el olor de la biblioteca, los olores de los omegas y alfas no se percibían casi nada, era como si el olor de la biblioteca se los tragara y dejara los restos.

Pero lo que no se tragaba era la cara que tenía un beta de cabellos rebeldes, una de una gran confusión. No entendía la materia, no, más bien, no solo no la entendía si no que simplemente no congeniaban, por eso tampoco trataba de entenderla.

Simplemente Ética Profesional no cabía en su vocabulario, pero si que cabía en su examen.

JeongHan está malhumorado, porque aparte de no entender la materia no dejaba de pensar en el pelinegro, bueno, más bien siempre pensaba en él, solo que se negaba a admitirlo.

De hecho nunca pensó en el pelinegro cuando repasaba para Transtornos Mentales, ni para Efectiva II, pero si para Ética Profesional y solo había una buena razón.

Choi genio SeungCheol era bueno en Ética Profesional.

Quizá JeongHan no servía para Psicología, Ética profesional no era su tema preferido. ¿Cómo se supone que les iba a decir a las personas que su puñetera forma de tratar estaba en contra de las Éticas? Y encima de éticas tenía que ser profesional.

Aparte de guapo, hermoso y amable era un genio en Ética Profesional.

¿Desde cuándo pasó de Psicología a hablar de su amor platónico? ¿A quién le importa Choi SeungCheol? El alfa más apetecible en todo el instituto. Siempre dicen que los más guapos vienen de los últimos años.

Pero Choi SeungCheol rompía con cada regla y el acabó siéndolo desde el primer día que ingreso a la universidad de Psicología. Fácil, muy fácil.

Suspiró, JiSoo había faltado ya que su madre estaba enferma y gracias a su ausencia no había nadie que le ayudará a comprender al menos un poco de ese tema.

Más bien no debía comprenderlo, debería sentirlo, pero no. Y aquí es donde se supone llega su "príncipe azul" a salvarlo de Ética Profesional, pero no es como si fuera importarle a alguien la cara contraída gracias a la  confusión de un simple beta en una biblioteca cualquiera.

A menos que el guapísimo, hermoso, amable y encima genio de Choi SeungCheol si le pusiera atención.

A las pequeñas arrugas en su frente por la concentración, a los largos dedos tamborileando la mesa bajo ellos, a sus concentrados ojos, sus suaves movimiento al pasar de hoja y volver a la anterior, a los cabellos rebeldes que caían por su frente y al asiento vacío que tenía al lado.

—¿Porqué nos paramos encontrando tanto? ¿No me sigues verdad? —susurró en su oído haciendo que el peliplateado diera un salto en la silla y se agarrase el pecho con tanta fuerza por el susto.

—Yo me senté primero —repuso luego de que el pelinegro riera de su reacción.

—Bueno, vale, solo por esta ocasión —puso sus libros en la mesa y lo miró otra vez—. ¿Qué es lo que te aturde tanto?

—¿Ah? Bueno... —se supone que en las películas ahora mismo el debería estar diciendo que es tan bueno como el alfa en Ética Profesional, debería; no tenía tiempo para andar mintiendo sobre gustos solo para parecerle atractivo al alfa delante suya—. No lo entiendo.

Because It's You 𓏲ָ  JeongCheol [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora