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Capítulo 13: Amarga mentira

Zane exploto de felicidad, al enterarse de la notica. . El pobre hombre estaba eufórico. Mi padre gritó emocionado, soltó una exclamación y luego se abalanzó hacia mi madre, llenándola de besos y diciéndole: "Mi dulce Cleopatra, vas a darme gemelos, mi amor". Todos estábamos emocionados, pero también preocupados. Mi papá irradiaba júbilo por todos lados. Pobre tipo.

>>> ¿Dos más? ¿En serio? <<< pensé

—Vamos, Zane...—le dijo Jesse, dándole golpes secos en la espalda. —Cálmate, hombre, respira... ¡por Dios bendito!, podrías pasar cinco minutos sin gritar a los cuatro vientos que tendrás gemelos, ¿por favor? —le pidió, mientras lo sentaba en una silla de la cocina

Solo de verle la cara de contento que puso, no pude aguantar las ganas de reírme. Unas leves risitas se empezaron a oír, en el eco de la sala. Trataba de apaciguar mis risas, usando mi mano para callarme, pero no funcionó. Todos ahí, me estaban viendo morirme de la risa.

— ¿De qué te ríes, hija? — me preguntó curiosa mi madre, inclinando hacia un lado su rostro

Pero yo no podía responderle; me estaba riendo aún más por el solo, el sencillo y estúpido hecho, de recordar la cara de emoción de mi padre, ante la noticia tan inesperada para él. No me lo podía contener. Estaba loca...de la risa.

—Es...que... ver la cara de papá, por la noticia, me parece...¡muy divertido! — dije entre risas

—Ah, bueno...— dijo mi madre, entre algunas pequeñas risas leves. — Solo está...emocionado, eso es todo

Tras después de terminar de reírme, pude ver los rostros jóvenes de todos, los cuales habían tomado la noticia algo normal—claro, si defines normal ser vampiro—, y es un embarazo de alto riesgo, doble riesgo. Esa noche dormí tranquila pero a la vez ansiosa ; me parecía que la llegada de los mellizos a nuestra casa me había afectado y no obstante, era...buena, quiero decir, eran dos miembros más nuestra "singular familia". Cleo deseaba con todas sus fuerzas, decirle a nuestro abuelo Jack, pero tendría que esperar hasta el siguiente día, para llamar a su padre; Zane y los demás querían traerlo para contarle todo, pero aun así mi madre esperaría ávida toda la noche, y como descansar en el sueño ya no era posible, para ella, estaría feliz toda la noche. Me sentía sin la necesidad de dormir más; si bien había dormido un poco, ahora era yo la que tenía complicaciones con el mal sueño, no tenía pesadillas ni malos momentos en mi inconsciente, solo era inquietud. Me aburría dar vueltas en la cama, sin darle sentido a mis dolores indeliberados de mi promiscua mente, vacía y vagar en los despojos de mis memorias y sueños sin sentido mismo. Y Carly dormía plácidamente.

Ahora toda la habitación estaba pintada de arena, arena tostada y rojiza, haciéndole juego a las cortinas del vitral, hacía un poco de viento helado y su soplo era fantasmal y sobrecogedor. El viento baila con las suaves bordes de las cortinas, mientras que rayo de luz de luna pasaba cerca de mí; solo un fragmento, solo una parte de su ser astral atravesaba la alcoba, a merced de la noche. Y no había ninguna estrella en el cielo. Un aullido doloroso, se hizo sentir en mis oídos e hizo agitarme el corazón hasta herirme el pecho, agudamente.

Lucas se hizo presente en mi mente. Tenía tantos días que no sabía nada de él, y había tenido mil y un tentaciones malditas de escribirle al correo o llamarlo, pero no me atrevía a hacerlo posible. Tal vez era mejor para mí o para los dos. Me levanté fastidiada de la cama y salí de ahí. Todo el corredor estaba a oscuras, pero al fijarme bien, pude ver, un pobre destello de luz que relucía al final del pasillo. Me aventuré a acércame más, y noté que eran las luces de la sala. No tenía que preocuparme por mi mamá, además Cleo sabía cuidarse muy bien sola, pero a veces necesitaba ayuda...era algo porte, sin querer ser. No me aleje mucho de mi habitación, así que si todo estaba bien en la casa esta noche, lúgubre; a más de eso... ¿para qué demonios me iba a pasar a ver a mi madre para usar la estúpida excusa de "Solo quería un bocadillo" o "Uy, lo siento mamá, no puedo dormir", solo por eso? Era deprimente. Suspiré, mientras pasaba mis manos sobre mi cara