Capítulo 24: Últimas miradas

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— ¡Oye, Madison! — me gritó mi hermano.

Reaccioné rápido y volteé hacia atrás, para verlo correr hacia donde yo estaba parada. Nos habíamos ido de salida con mis tíos Carter, Alex, Jenn y Sofí; Carly se había quedado con nuestros padres y el resto de nuestros tíos en la casa, mientras que nosotros marchábamos hacia las montañas. Era el primer día del mes y faltaban catorce días para mi cumpleaños y al igual que mis hermanos mayores, estaba contenta por ello. Carly seguía con sus berrinches con mi aspecto estilo metalero y mi nueva ropa, continuaba molesta por eso y no me estaba dirigiendo ni palabra alguna; sin embargo yo, seguí ignorándola por completo. Zane —mi hermano—me apoyaba en eso, y ambos seguíamos como si nada con respecto a Carly.

Mi hermano corrió hacia mí rápidamente, hasta detenerse y levantar algunas hojas caídas de la tierra. Estaba sudando, ¿pero cómo podía sudar haciendo tanto gélido?, no tenía ni la más mínima idea de eso. Me le quede mirando algo sorprendida.

—Hey, ¿qué pasa, Zeke? — le pregunté sin mucho apuro

De inmediato, Zeke frunció el ceño algo molesto, al oírme

— ¡Dejen de llamarme así! — se quejó. — No me gusta que me llamen Zeke. No me gusta eso apoyo que Alex y Carter me pusieron. Es horrible. —refunfuño

— ¡Oh, vamos, hermanito! — le dije con una sonrisa. — Te queda bien, además, sirve para no llamarte como papá todo el tiempo. —

—Sí, lo sé. Es que...—suspiró. — No me gusta. — susurró

—Ok, si no te gusta...— le insinué. —

—No importa...—repuse cruzando los brazos, con tranquilidad

—Gracias, hermana — suspiró aliviado

Y luego de un segundo grité con una carcajada:

— ¡ZEKE!

Mi hermano soltó un chilló de fastidio y protestó.

Yo solo me pude reí, mientras que el protestaba en camino a casa. Estábamos en los bosques de salida, y yo solo quería estar un momento a solas, hacia algo de brisa fría helada, que te llegaba hasta los huesos y todos estábamos cubiertos. Bufandas, abrigos, botas y pantalones para la helada y aunque eran solo las primeras olas heladas en White Rose, mi familia prefería prevenir; solo por si acaso. Mi hermano estaba vestido como los demás de ese día, y demás de eso se había cortado el cabello. Ya no lo tenía como nuestro padre, corto hasta la barbilla, se lo había recortado bastante hasta dejar unos cuantos pelos había arriba y con bastante gel para cabello. Solo unos cuantos cortes y se había trasformado igual que yo; a mí me parecía genial, pero a Carly, ufff...ni se diga. Estaba furiosa por eso. Zane solo quería cambiar y creo que yo fui quien lo inspiro para a hacerse eso. Mi pelo estaba mejor y cada vez que podía me lo teñía las mechas de otros colores; verde, rosado, violeta y mi favorito; azul celeste. Muchas cosas para mi habían cambiado

— ¡Hey, Zeke, Maddy! — gritó Jennifer, desde lo lejos

Mi hermano, nuevamente gruñó al escuchar ese apodo suyo

Estaba con Alex y los dos estaban algo sucios; llenos de sangre y tierra en sus ropas. La blusa de pelaje negro de mi tía estaba sucia, al igual que sus pantalones vaqueros y botas negras. La ropa de Alex estaba mancado; su abrigo, sus Converse All-Stars, sus pantalones y su bufanda. Los calcetines que tenía hoy uno era de color verde lima y el otro violeta. Típico de él. Al llegar donde ellos estaban, a ambos nos recibieron con par de sonrisas ensangrentadas hasta los dientes. Zeke no dijo nada y yo solo sonreí tímidamente, casi ocultándome bajo mi bufanda morada. Entonces, note la ausencia de Carter y Sofí. ¿Dónde estaban esos dos tortolos?

Luz y Oscuridad © ✓Where stories live. Discover now