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Capítulo 28: Señales

Quería no preocuparme pero no era sencillo

—Pero...—susurré e hice una pausa— Volverás para Navidad, ¿verdad, Luke? — le pregunté con cierta desconfianza

—Mmm, no lo sé con seguridad, Madison...—repuso Lucas con duda

Hubo un silencio incómodo entre ambos. Tenía un par de minutos hablando con Lucas por el celular, y aun comunicándome con él era una forma efectiva de apaciguar la ansiedad que tenía, no era suficiente para hacerme sentir mejor; no tenerlo cerca era una tortura para mi alma. Tragué saliva, mientras me aproximaba hacia la ventana de mi habitación. Era el segundo día de noviembre, y el clima estaba empezando a transformarse.

El ambiente montañoso de los bosques sobre el pueblo poco a poco se preparaban para días escarchados y gélidos de White Rose. Suspiré, con solo ver como el horizonte se hacía cada vez más sombrío y crudo, con la presencia de algunas nubes grises sobre las embarcaciones del muelle y sobre el pueblo mismo. Luego de unos minutos en silencio, Lucas volvió a entonar palabras. Carraspeo por un instante

— ¿Y entonces...?—exigí con un tono escaso de voz. — Vendrás, ¿sí o no? — le insistí

—Ya te lo dije, estoy bien—repitió otra vez esa misma frase con fastidio. —Y nuevamente te lo digo...—comentó e hizo una pausa con el mismo tono hastiado. — Realmente no lo sé, Madison. No sé si...quiero regresar a White Rose. A mi pueblo. Aun...no estoy seguro de volver— repuso algo tranquilo

Suspiré con ganas

—Al menos...dime...dónde estás — le pedí en un hilo de voz, que casi era llanto. — Por favor, así me sentiré más tranquila; si sé dónde estás, en estos momentos —repuse e hice una pausa. —Luke— presioné

Él suspiró, mientras que yo me mordía una uña

—Está bien, Maddy...—accedió finalmente. — Mmm, bien. Estoy en Prospect y después me dirigiré hacia alguna de las ciudades. —me informo

—Vaya, si has viajado bastante, Luke — comenté con un ligero toque de sarcasmo. — ¿Y cuál será tu próximo destino, eh? —

—Gracias— respondió entre risas. —Mmm, todavía no lo sé. Aun no estoy seguro de ello— me dijo con el mismo toque cómico de mis palabras

Yo me mofe con sutileza.

—Sí—se quejó. —Muy divertido, Madison Shepard — soltó un suspiró. — Muy divertido... —dijo hasta que su voz se desvaneció de nuevo

Me reí por unos segundos más, al darme cuenta del sentido de aventurero que poseía Lucas; tal vez salir de este pueblo ayudaba a tener algo de sentido común, para no volverse loco, ¿pero yo sería capaz, por mis propios medios, sola, algún día de salir de este sitio hacia otro lugar, para vivir mí único y peculiar estilo de vida? Quizás, no obstante, sería algo...para el futuro. Suspiré. Observaba las nubes grises de tempestad moverse, y de repente un bramido estridente se percibió.

— ¿Madison?— preguntó Lucas en la otra línea. — ¿Sigues ahí?

—Eh, sí, estoy...bien, Lucas— musité

— ¿Qué pasó? Te quedas callada...—repuso él

Suspiré

—Nada— contesté y añadí: —Hay un muy mal clima en White Rose, Lucas.

Yo solo me quedé frente al vitral de la alcoba, observando con objeción la meteorología cambiante en el ambiente de las montañas vastas y verdes. Suspiré

—El clima parece que tuviese un trastorno bipolar— mascullé

— ¿Qué dijiste, Madison? —

—Nada, Luke — repuse rápidamente. —Solo pensaba en voz alta—