Capítulo XXVIII: Dedo dorado

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[... a pesar de todo, el Demonio de las Mil caras puede despertar el deseo más profundo de sus víctimas. Un enamoramiento o solo una pequeña atracción por cualquier hombre, este demonio adoptará su identidad y por este motivo muchas doncellas… ]

Xiao Zhan: "..." 

¿¡Qué significa esto?!

Cerró con fuerza el libro, apretando los dientes con ira, negándose a ceder ante los hechos que mostraba. La negación no es un buen camino pero si servía para que los humanos puedan sentirse seguros en su caparazón, una defensa contra todo lo desagradable. 

Y a pesar de que Xiao Zhan sabía que tarde o temprano tendría que aceptar que su corazón tenía otros latidos adicionales, pero para que eso ocurra, falta un poco más.

Volviendo al presente, después de que el grupo de Xiao Zhan finalmente abandonará la aldea Chu volvieron sin problemas a Gusu Lan y en su camino se encontraron con otro grupo de discípulos guitados por Zewu-Jun. 

Habían aparecido unos demonios en las tranquilas aguas de la Ciudad Caiyi y gracias a la notificación de uno de sus discípulos externos, podrían actuar a tiempo. Pero Xiao Zhan no lo creía así, sus oscuros ojos brillaron con burla cuando aterrizaron sobre una figura que parecía estar incómoda por algo. 

"Zewu-Jun, quiero unirme a usted, por favor."

Para ver el espectáculo en primera persona, Xiao Zhan se apresuró a ir ayudar. Por otro lado Lan Xichen quiso negarse, porqué ya sabía que recién habían vuelto de una misión pero al ver la postura y ojos decididos de Wei Wuxian, sintió que no sería tan fácil hacer que el joven se retirará.

"Hermano" Lan WangJi que estuvo callado todo el tiempo, abrió la boca para solo decir esa simple palabra.

"Líder de Secta, yo Jiang Cheng, también quiero ayudar" Jiang Cheng tampoco se quedó callado cuando vio a su Shixiong querer y su decisión se tomó más en serio cuando vio a ese de apellido Lan unirse.

"Esta bien" Lan Xichen aceptó con una sonrisa impotente y también por el brillo en los ojos de su su hermano menor.

Aunque los Wen los estaban acompañando, nadie les prestó mucha atención, Wen Qing era una mamá gallina con su hermano menor y ella lo estuvo protegiendo todo el tiempo y así Xiao Zhan no se preocupó tanto por él, Wen Ning es un niño en el cuerpo de un adulto.

Y como lo había esperado Xiao Zhan, hubo un muy buen espectáculo. Xiao Zhan se preguntó si debería inaugurar los Premios Óscar pero como los iba a crear él, les pondría Premios Zhan y darle al de Mejor Actor Nefasto y Dramático al pobre e intimidada víctima Su.

Esa categoría sólo incluiría a esa escoria.

Xiao Zhan si que extrañaba su mundo y los nervios al estar nominado en alguna categoría sea importante o no. Aunque ahora no era momento de lamentarse, tenía que asegurarse de vivir mucho, mucho tiempo.

Claro, eso fue hasta que leyó esa maldita información de ese maldito e insensible libro.

Xiao Zhan sintió como si hubiera envejecido cincuenta años, por suerte no todo eran disgustos y vio que en este maldito (y muy molesto) libro, había cosas muy interesantes.

Por ejemplo los hechizos, había estado investigando por todo el tiempo que estuvo en Gusu Lan pero nunca vio nada igual, también hubo cómo crear cierto artilugios y muchas cosas más que le provocaron dolor de cabeza a Xiao Zhan.

Lo más curioso del tema fue que el libro se 'recargaba' con la energía resentida que los pendientes absorbían. A pesar de que aparecieron muchas páginas escritas, el setenta por ciento seguían estando en blanco.

Xiao Zhan soltó un pesado suspiro y se dejó caer sobre su cama, miro al techo pensativo. Su dedo dorado no era tan dorado después de todo.

"Tsk ¿Por qué solo me das información inútil sobre demonios inútiles?"

"Tsk ¿Por qué solo me das información inútil sobre demonios inútiles?"

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El libro (dedo dorado): ¿Por qué me culpas así? .·´¯'(>▂<)´¯'·.

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