FUTURE DAYS WITH THE FLASH | LIBRO 3

18 - Club Knocked Up.

>>V O T E N - V O T E N - V O T E N<<

Me senté allí en puro shock, mi mente no registró lo que Caitlin había dicho. De repente sacudí mi cabeza, una extraña risa cayó de mis labios. "No puedo estar embarazada. No, absolutamente no."

Caitlin entregó una copia impresa de los resultados y yo miré la hoja, con la boca seca. "Lo comprobé dos veces, estás positiva-mente embarazada, Margo. Eso explica las extrañas sensaciones con tu cuerpo que has mencionado. No estaba relacionado con tus poderes, sólo con el hecho de que estás..."

"Seis semanas de embarazo". Terminé su frase, mis ojos se arrastraron para ver su rostro. "¿Cómo sucedió esto?" Dije rápidamente Caitlin me dio una sonrisa triste. "Quiero decir, sé cómo sucedió pero somos tan cuidadosos y estoy tomando la píldora y esto no puede estar sucediendo. No estoy preparada para ser madre. Dios, apenas puedo cuidar de mí misma..." De repente, mi estómago estaba girando y mi mano se golpeó contra mi boca. Salí de la cama a trompicones y me apresuré a ir al baño más cercano. Mis rodillas golpearon el suelo, mi estómago agitó todo lo que quedaba en mi estómago.

Las lágrimas salpicaban mis ojos y había un sabor agrio en mi boca. Me apoyé contra la pared de azulejos, llevando las rodillas al pecho y maldiciéndome a mí mismo. Seguía escuchando las palabras de Caitlin en mi cabeza en una constante repetición. Seis semanas. Habían pasado seis malditas semanas y ni siquiera me había dado cuenta.

Empecé a contar hacia atrás, alineando los días en mi cabeza. Estaba sacudiendo la cabeza, tratando de averiguar dónde había llenado mi píldora cuando recordé que había estado enferma de gripe hace semanas. No sabía mucho sobre la medicación pero tenía la vaga idea de que se le aconsejaba encarecidamente que tuviera cuidado cuando tomara un medicamento diferente mientras usaba la píldora, incluyendo los antibióticos para una estúpida gripe.

De repente, la puerta del baño se abrió y Caitlin asomó la cabeza por el hueco, ofreciéndome un vaso de agua. Se sentó con gracia a mi lado, con sus largas piernas estiradas.

Me tragué el agua, preguntándome cómo se suponía que iba a lidiar con esto con todo lo demás que estaba pasando en este momento.

"Como médico, sólo quiero que sepas que tienes opciones". Caitlin señaló suavemente. "Entiendo que no esperabas esto pero con lo que quieras hacer, te apoyaremos y estarás perfectamente bien, Margo".

Una mano cayó en la mía, fría y húmeda. Caitlin estaba lidiando con sus propios demonios ahora mismo y añadir mi carga a la suya era algo que no necesitaba. Era demasiado amable, demasiado cuidadosa pero aprecié el intento de intentar calmarme. "Gracias, Caitlin". Le respondí en voz baja, otra risa saliendo de mi pecho. "Embarazada, ¿eh? Eso es algo que puedo decir con seguridad que no esperaba esta noche".

"Y convertirme en Killer Frost otra vez tampoco era algo que yo pensaba que podía pasar, pero aquí estamos." Caitlin exhaló, con la mirada fija en sus manos. No podía empezar a tratar de entender lo que pasaba por su cabeza porque sabía que en el fondo, convertirse en Killer Frost era su mayor temor. Esta noche, parecía que no estábamos solas en nuestras dudas sobre el futuro incierto que se presentaba ante nosotros.

Me acerqué más a ella, mi hombro presionando el suyo. "Es algo más que añadir a la lista de cosas que todos tenemos que resolver". Asentí con la cabeza, con la voz baja. "Afortunadamente, eso es lo que mejor hacemos".

***

Me moví con las manos, mis dientes se hundieron en mi labio inferior mientras esperaba fuera de los laboratorios de Barry en el Departamento de Policía de Ciudad Central. Después de mi pequeña charla con Caitlin anoche, antes de ir a casa y revolcarme en la autocompasión y la duda, me recompuse y decidí que mi siguiente paso era decirle la verdad a Barry.