FUTURE DAYS WITH THE FLASH | LIBRO 3

31 - The Future Awaits

>>V O T E - V O T E - V O T E<<

Entré y salí de un mundo oscuro durante lo que podrían haber sido minutos u horas. Los flashes de mi pasado bailaron a mi alrededor y vi mi vida desarrollarse como un mapa del tesoro. Un gordito sonriente se enfrentó a Margo Phillips corriendo por la tienda de antigüedades de su madre con sus coletas volando detrás de ella, una versión más antigua de la misma chica compartiendo su primer beso cuando tenía catorce años con un chico que vivía en la calle. 

Me vi a mí mismo conociendo a Matilda Brown en la universidad, nuestros días cortos pero memorables, y luego vi cómo había huido de Starling City, comenzando una vida destinada a calmar un corazón dolorido. Vi a mi versión Candy Stripper y la vi enamorarse de un chico que tenía un gran poder. 

Vi como Margo Phillips amaba a otro chico de una manera diferente, un chico que había muerto y finalmente, esa chica aceptó su vida con la caída de Zoom. Lo último que vi fue a Barry Allen diciendo las palabras que podía oír en mi cabeza en un bucle continuo. Margo Phillips, te quiero.

El dolor silbaba por mi cuerpo, mientras un grito se deslizaba por mis labios. Mis ojos parpadeaban abiertos, el mundo a mi alrededor brillaba con luz y lentamente, mi cabeza cayó de espaldas contra algo suave. Podía sentir la humedad bajo las palmas de mis manos, podía oír las palabras que se decían demasiado rápido. Al abrir de nuevo los ojos, vi la sangre que manchaba mi camisa y respiré profundamente, el dolor volvió a aparecer.

"Margo, oye, sólo respira". La voz me era familiar y me llevó un largo momento darme cuenta de que esa voz suave pertenecía a Iris West, que estaba acunando mi cuerpo, sus manos descansando sobre mis hombros y manteniéndome quieta.

Las lágrimas me embadurnaban la cara, mi mirada se cruzaba para encontrar a Ed Thawne rondando a mi lado, con las manos cubriendo la herida de mi pecho. Vi el talismán azul pulsando alrededor de su cuello, la luz casi cegadora. Una burbuja de sangre se filtró de mis labios separados e Iris la limpió rápidamente, una lágrima goteando por su mejilla. Alrededor de nosotros había rostros familiares, H.R., Julian, Cisco, Joe y Wally. Vi los ojos vidriosos, las expresiones de preocupación y, de repente, todo volvió a mí en una ola de recuerdos.

Lentamente, mi mano roja manchada se extendió y fue Wally West el que cayó al otro lado de mí, tomándome la mano y sujetándola con fuerza. "Te tenemos, aguanta".

Mi cabeza estaba llena de ruido blanco, pero traté de concentrarme en la conversación que me rodeaba en vez de en el dolor que resonaba en mis huesos. "No lo entiendo. ¿Ed puede curar heridas, con ese extraño talismán alrededor de su cuello?" Joe West estaba preguntando al grupo.

Julian se paseaba, probablemente preocupado por Caitlin también, que se había convertido en Killer Frost y huyó antes de que nadie pudiera detenerla. "Creo que lo llama la Llama Azul, una fuente de energía heredada de Thawne. No sólo puede curar heridas, sino que puede manifestarse en la proyección de energía azul y la absorción de energía. Es una reliquia familiar de Thawne muy útil".

Los ojos de Ed Thawne estaban cerrados ahora, una súplica moviéndose en sus labios. Con una extraña sensación en mi piel, mi ritmo cardíaco se aceleró y fue más fácil aspirar aire. Con la nubosidad aliviándose en mi mente, los pensamientos comenzaron a chispear de nuevo, el miedo a morir secándose. Iris me miraba fijamente, cepillándose el pelo de mi frente mientras Wally observaba la energía azul que brillaba en las manos de Ed. De repente, un destello de color llenó la enfermedad y Barry Allen se giró para mirarme. Pude verlo en su cara, un poco de él casi muriendo al verme tirado ahí con mi propia sangre, el fragmento de vidrio desechado a mi lado.