El reino de los estúpidos

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Capítulo 9

-Oye, quieto ahí –le dije a Dylan, antes de que se acercara más

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-Oye, quieto ahí –le dije a Dylan, antes de que se acercara más.

Él me miró sorprendido y se alejó un poco de mí, luego extendió su mano para sacarme una hoja que tenía en mi cabello.

-Tenías esto –dijo deshaciéndose de ella.

-Ah...

-En fin, quería saber si, tal vez... ¿te molestaría que modificáramos un poco el título de nuestro dibujo?

-¿Cómo?

-Sí... pensé en lo que dijo la maestra de ciencias, y es una linda frase eso de "soy porque somos" –me dijo no tan seguro.

-Me gusta, me gusta mucho –sonreí-. ¿Entonces el mío no lo usamos más?

-No, no... es decir, sí... quiero decir, que fusionemos los dos.

-¿Entonces...? –pregunté no muy segura de qué quería. Este chico era realmente confuso.

-Qué tal... ¿"Soy, porque somos... peculiares"?

-Me...

-Entiendo si no te gusta...

-Me fascina –dije y él dejó salir un suspiro de alivio.

-Fantástico... bien, ahora me voy –dijo para irse.

-Hasta luego, Dylan –lo saludé con mi mano, y él me entregó una sonrisa muy diminuta antes de irse.

Bueno, esa había sido una situación algo rara.

(...)

Llegué a mi casa y se escuchaban gritos de guerra. Supuse que serían los zoquetes de mis hermanos. Entré a ver qué sucedía.

-¡SOY EL REY DEL MUNDO! –gritaba Noah mientras ganaba el tutti frutti contra Caleb.

-¡De lo único que serás rey, es del reino de los estúpidos! –le decía Caleb, furioso por haber perdido la partida.

Comencé a reírme, Caleb era demasiado ingenioso.

Pronto fui a saludar a mis padres, pero mamá no estaba en la cocina.

-¿Y mamá? –le pregunté a mi padre.

-Oh, hola querida hija, yo estoy bien, ¿y tú?

Me reí.

-Lo lamento, papá... Holis.

Él me dio una sonrisa.

-¿Y mamá?

Su sonrisa se desvaneció.

-Hoy se quedó un poco más en la oficina, tenían una junta de personal –rodó los ojos-. Así que hoy estarán toda la tarde conmigo.

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