Ni soy Dios, ni tengo alzhéimer

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Capítulo 43

HANNAH POV's

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HANNAH POV's.

El resto del día, Dylan se la pasó tratando de hablar conmigo, me perseguía a todos lados, incluso cuando iba al baño, me esperaba afuera. Finalmente, pudo interceptarme en la biblioteca, en la penúltima hora antes de la salida.

-Hannah, necesitamos hablar –me dijo-. Por favor.

No le dije nada, no tenía nada que hablar con él, de hecho, no quería verlo, no quería saber de él nunca más. Me había traicionado, y había hecho que todos se rieran de mí. Era probable que él fuera el anónimo de los mensajes. Y yo aquí creyendo que podía confiar en él. Gran error.

-Hannah, ¿por qué me ignoras? -me preguntó con algo de dolor en su voz.

-¿Y qué esperas que haga? -dije sin ánimo de nada, sin ningún tono en particular.

-No sé -se encogió de hombros-. Pensé que tal vez me mandarías a la mierda...

Negué y él me miró sorprendido.

-No hace falta que te mande a la mierda -dije y vi esperanza en su mirada, pero yo tenía más para decir-, si ya eres una mierda.

No digo que pude escuchar su corazón rompiéndose, porque dudo que lo tenga ese estúpido de alma con carencia de emociones y sentimientos que lo identificaba.

-Hannah, déjame... -intentó tocarme, pero me alejé un poco.

-No, no te dejo. Y... Y te pido que no me sigas más, tengo tareas que hacer, y mensajes de burla que borrar. Adiós, Dylan -finalicé y me fui.

No puedo creer que pensé que Dylan comenzaba a caerme bien... Al final del día solo es un fantoche. Él es igual o incluso peor que Valerie, ella por lo menos apuñala de frente.

Definitivamente mi intento de relación de amistad o lo que fuera que sucediera entre nosotros... acababa aquí. No quería ser amiga de alguien tan falso como él. Nunca. JAMÁS. No podía creer cómo me había permitido pensar en el como algo más que un amigo...

DYLAN POV's.

La conversación de la biblioteca con Hannah me había destrozado. Ella no quería saber nada de mí, y se empeñaba en hacérmelo entender.

En el recreo, aproveché para hablar con Xian, él seguro me daría un buen consejo. Aunque tuve que rogarle que hablara conmigo, él sabía que yo había tomado esas fotos y también creyó que yo las había esparcido por toda la escuela.

-No sé quién lo hizo, pero prometo que lo averiguaré –le dije-. Te lo juro, Xian.

-Te creo –me dijo.

-¿En serio? –me sorprendí.

-Claro, esperaba que no fueras capaz de tal atrocidad.

-Odio que Hannah esté así por mi culpa, ella ni siquiera quiere escucharme. No puedo explicarle lo que te dije a ti...

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