Érase una vez que me enamoraba...
Y aunque estaba cerrado al amor, encontré algo real.
Al principio pensé que era una constelación...
Hice un mapa de sus estrellas y, luego tuve una revelación:
Ella es tan hermosa como interminable.
En sus ojos de...
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HANNAH POV's.
-Lenna, ayúdame, maldita sea. No sé qué ponerme –dije molesta. Faltaban algunas horas para mi cita con Dylan, pero, aun no encontraba una prenda qué usar.
-¿Qué tal esto? –Me preguntó con mi tutú rosa brillante que encontró en mi armario en una de sus manos, y una corona en su otra mano-. Va contigo.
-Ja, ja, ja -dije con sarcasmo-, Lenna, te llaman del circo, y piden los payasos que les devuelvas tu mal chiste.
-Algo medieval tu insulto, niña -me dijo mientras miraba sus uñas de forma desinteresada.
-Me irritas -dije simplemente y seguí buscando ropa-. Ayúdame, Lenna, no te quedes allí parada.
Ella buscó algo en su mochila. Le resté importancia.
-Tal vez esto te quede -me dijo con una sonrisa.
Era un vestido bonito, pero, yo no usaba mucho negro. De hecho, casi nunca vestía de negro, y... Realmente no era mi tipo.
-Escucha, amiga... Tal vez le pida a la novia de mi tío que me ayude... No porque tu ropa no me guste, ¿okay? Pero, tenemos gustos muy distintos. Vales mil, en serio. Pero tú vistes con mucho negro, ¡y eso está perfecto! Porque el negro es súper bonis, elegante y a la moda, combina con todo... Pero, vestir con negro no es realmente mi estilo. Prefiero los colores más vivos, más alegres. Como el amarillo, el turquesa, quizás verde... Y... -me interrumpió.
-¿Rosa? -me miró con burla.
-¡Claro que sí! -me reí.
-Maldita fresa -me dijo riendo.
-¡Nada que ver! -me dije. Y me di cuenta... -Eso sonó bastante fresa, ¿cierto?
-Claro que sí -me dijo.
-Bueno, supongo que soy fresa sin esfuerzo -me reí.
-Hannah, ya ponte el maldito vestido –se rió.
-No, quiero verme bien, y quiero verme como soy, no aparentaré otra cosa –le dije.
Ella rodó sus ojos y siguió buscando.
(...)
Ya había encontrado un vestido rosa brillante, sensacional. Del que además, no recordaba, así que era fantástico, porque no lo había estrenado. Iba a la perfección conmigo, así que ahora, Lenna me ayudaba a maquillarme y peinarme, era lo único que me faltaba.
-Escucha, Hannah. Hay algo importante que quiero que sepas –me dijo Lenna, mientras planchaba mi cabello.
¿Me diría que Noah por fin se le había declarado?
Yuhuuu.
-Salir con alguien es entrevistar al próximo co-propietario de tus libros. Elige bien –me dijo.
