Érase una vez que me enamoraba...
Y aunque estaba cerrado al amor, encontré algo real.
Al principio pensé que era una constelación...
Hice un mapa de sus estrellas y, luego tuve una revelación:
Ella es tan hermosa como interminable.
En sus ojos de...
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CHARLIE POV's.
-Así que... Cuéntanos, Charlie -me dijo el padre de mi novia-, ¿trabajas?
Nos encontrábamos en un restaurante a la orilla de la playa, habíamos reunido a toda la familia Marshall, pues... hoy le pediría a Mac que oficialmente fuera mi novia.
-Claro, trabajo muy duro para que mi perro pueda tener una mejor vida, señor.
-¿Tienes un perro? -me preguntó Emma.
-En realidad no, pero trabajo para que cuando lo tenga, tenga una buena vida.
Todos en el salón rieron. Diablos, debo haber quedado como un idiota.
Maldición, maldición.
-Eres muy divertido, jovencito –me dijo mi futura suegra.
-Gracias señora Marshall.
-Escuchen, Charlie y yo saldremos a caminar un rato, ¿sí? –dijo Mac levantándose. Yo la imité.
-Pero, Mac, ¿y el postre? –preguntó Thiago, su hermano. Casualmente, el dueño del restaurante.
-Vayan pidiéndolo. Nosotros saldremos unos minutos –dijo incómoda-. Ven Charlie.
Les guiñé un ojo a sus hermanos, y seguí al amor de mi vida. No me malentiendan, es decir, el postre me encanta, pero Mackenzie... a ella la seguiría hasta el fin del mundo.
Salimos y caminamos por la playa.
-¿Y bien...? –le pregunté. Mac no hablaba, y eso me ponía nervioso.
-Bueno... ¿qué te pareció mi familia? –me preguntó nerviosa. No entendía qué la tenía tan inquieta.
-Parecen buena gente, me caen bien –sonreí tratando de tranquilizarla, pero ella se alejó un poco de mí.
-Escucha, Charlie, tengo algo que decirte –me dijo haciendo una mueca.
-Qué bien, porque yo igual –le dije. Era ahora o nunca.
-Tú primero –pidió.
-No, adelante, hazlo tú. Las damas primero –le di la mano.
-No, en serio. Lo mío puede esperar, te escucho –me sonrió.
-Bueno... no sé por dónde empezar, la verdad es que, jamás había tenido que hacer algo así...
-Solo dime –me pidió, mirándome de una forma muy característica.
-Escucha, creo que... Con la cabeza se piensa, pero con el corazón se sabe.
-¿Qué?
-Lo que quiero decir es que, eres la chica más hermosa que he visto en mi vida, me gustaste desde que te conocí, tu sonrisa es lo mejor que me pasará en la vida, me gusta cuando ríes sin preocupación, tu familia me encanta, tu humor es fascinante y por el café de tus ojos me volvería adicto a la cafeína –dije rápidamente.
