Cajita Feliz

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Capítulo 15

-¡Profesiones! –Comenzó a decir el profesor de Ética y Ciudadanía-

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-¡Profesiones! –Comenzó a decir el profesor de Ética y Ciudadanía-. Supongo que todos deben saber qué quieren estudiar, o qué ramas tomarán en algún futuro.

Algunos asentimos, y otros no dijeron ni sí, ni no.

-¿Austin? –le preguntó.

-Quiero ser cantante –dijo él-. Y músico profesional, en lo posible.

-Eso es fantástico, ¿alguien más? –miró a todo el salón esperando que alguien más hablara.

Taylor levantó su mano.

-¿Señor Gallagher?

-Quiero ser futbolista o algún atleta internacional...

-Muy bien –respondió el maestro-. ¿Hannah, tú ya sabes qué te gustaría?

Asentí-. Bibliotecaria es una de todas las cosas que me gustaría ser.

-Cuéntame, ¿por qué quieres ser bibliotecaria? –me preguntó.

-Me encantaría decirle a la gente que se calle –respondí con sinceridad.

Todo el salón rió, y el profesor me miró algo confundido, pero con una sonrisa. No le veía lo divertido. Era la verdad.

-Bien, al menos algunos ya tienen algún rumbo. Les comento a los que quizás estén desorientados... es bueno analizar todas las opciones... deben tener en cuenta de que no es lo mismo una profesión que una vocación, ni un trabajo que un empleo...

-¿Qué tiene de diferente? –preguntó Ally.

-Qué bueno que preguntes, Ally. Es muy sencillo-comentó el profesor-, un empleo, es realizar un trabajo por el cual te pagan, el trabajo, puede ser remunerado, o no... una profesión, es por ejemplo, lo mío; soy su maestro. Pero, la vocación, en lo que a mí concierne, es lo más importante de todo...

-¿Por qué? –preguntó Valerie.

-Porque la vocación puede ser un factor muy alto para saber qué es lo que harás durante toda tu vida... -al ver que nadie preguntó nada, prosiguió con su explicación-. Hay personas, que tienen vocación para el arte –señaló a Austin-. Otras, para los deportes –señaló a Taylor-. Pero, no todos tenemos las mismas vocaciones, mucha gente la tiene para enseñar, otras tienen vocación con los números, y otros, con las letras y la escritura. Por eso siempre es bueno estar abierto a opciones, y tratar de buscar esa vocación consciente, y con el corazón.

-¿Qué tiene que ver el corazón en todo esto? –preguntó Dylan.

-Pues... -dijo el profesor acercándose a él-. Una persona, estando consciente, puede mentir... pero, tu corazón, y tu mirada, nunca lo harán –le palmeó el hombro y siguió caminando.

Se produjo un gran silencio en el aula, era muy agradable conversar con el maestro Meléndez.

-En fin –suspiró él-. Si tienen dudas... Hagan sus preguntas, jóvenes.

CONSTELACIÓNOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz