¿Hay flan?

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Capítulo 45

HANNAH POV's

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HANNAH POV's.

La conversación con mi abuelo me había ayudado mucho. Había salvado mi vida. Los mensajes de anónimo ya no eran problema para mí, pues sabía cuánto valía mi vida y mi persona, y no dejaría que nadie más me molestara por ser quien soy. Amor propio le dicen algunos.

Por otro lado... Todos en mi casa estábamos con trabajos finales esta semana, me levanté lo más rápido que pude con toda la energía del mundo mundial. Tomé una ducha y luego bajé a desayunar, mi amiga Alice se había quedado con sus padres anoche, y hoy vendría a mi casa nuevamente.

Cuando bajé, percibí la nota de mi madre en la mesa de la sala, hoy también era diferente:

"En épocas de finales no olviden que no son una calificación; no se presionen; no se comparen con sus compañeros; su bienestar está primero; cálmense, respiren y disfruten. Ya queda menos. Los ama, mamá".

Me alegró leer eso, mi madre siempre nos exigía pero también nos entendía cuando no podíamos lograrlo, aunque rara vez sucedía eso. Y, la razón por la que nos exigía, era simple: ella sabía que nosotros éramos capaces de dar mucho más, y nos ayudaba a demostrárnoslo.

Luego de desayunar, Noah me llevó a la escuela.

-Me alegra que recuperaras tu energía –me dijo cuando llegamos.

-Sí, el abuelo me ayudó.

-Ese hombre es mágico –dijo.

-Todos los abuelos lo son –sonreí.

Choqué el puño con mi hermano y bajé del auto, abajo me encontré con Lenna.

-Holis amiga –dije abrazándola, feliz.

-¡Hannah! Me alegra que hayas venido –me abrazó-. Extrañaba estar en el mundo de Hannah.

-Las puertas de ese mundo jamás volverán a cerrarse, amiga –le sonreí.

-Me alegro mucho –me dijo y nos fuimos a clases-. ¿Cómo recuperaste tu energía?

-Mi abuelo –le sonreí.

-¡Amo a ese señor! –gritó feliz. Todos nos miraron, pero ya no me importaba.

-Esta vida –le dije a mi amiga, abrazándola-, tiene mucho que ofrecer –sonreí.

-Siempre y cuando estés conmigo, sí –ella terminó de hablar por mí.

Mi mejor amiga era sensacional.

Camino a clases, en el pasillo, me encontré con Taylor Gallagher.

-Hola Hannah –me sonrió apenado, pero yo ya no podía creer en su papel de buena persona. Había golpeado a Dylan. Y aunque él hubiera sido el culpable de mis fotos, no merecía tal cosa. Es decir, no merecía un golpe de Taylor, uno mío tal vez sí, pero de Taylor no.

CONSTELACIÓNWhere stories live. Discover now