CAPITULO XVI: V E R D A D E S

3.5K 214 38
                                    

Entré al salón apenas con ganas, no había dormido bien, me sentía cansada, mis pensamientos taladraban mi mente por lo que no podía concentrarme, estaba preparada para verle la cara a Henry nuevamente y también a Trevor con quien después de ese día no había vuelto a hablar. El moreno entró al salón y sentí su mirada fría sobre mí.

-Buen día chicos-

- Esa voz... ¿¡Qué!?- Todos se callaron de inmediato al darse cuenta que Méndez había regresado.

-Chicos, el profesor Méndez está nuevamente de regreso con nosotros- dijo la profesora Yenna mientras nos sonreía a todos. El salón estaba en shock, nadie quería que Méndez regresara hasta después de navidad, pero parecía que los planes habían cambiado.

-El profesor Henry me dejó al día de todo lo que hicieron en mi ausencia, parece que con él si querían trabajar- soltó una carcajada sarcástica – El día de hoy elegirán un libro de historia clásica...- Todos comenzaron a quejarse -... Bueno, ya tuvieron suficiente libertinaje ahora toca seriedad, quiero el primer adelanto para la próxima clase, mínimo dos cuartillas DE AVANCE-

Terminó la clase, había quedado de verme con Hanna en las gradas para almorzar, salí lo más a prisa posible para evitar contacto con Trevor quién no había dejado de mirarme en toda la clase.

-¿Cómo sigues? ¿Ya viste qué regresó Méndez? - puso los ojos en blanco e hizo un sonido de asco

-Sí, acabo de tomar clases con él, nadie lo soporta- suspiré

- Laurence, te pregunté sobre como seguías-

-¡Ah! Disculpa, no te había escuchado-

-No has podido dormir ¿Verdad? Tus ojeras casi llegan al suelo- dijo preocupada, pero soltando una pequeña risa – Laurence, no deberías sentirte mal por lo que ocurrió, Trevor es un idiota, pero hay que reconocer que si no hubiera sido por él no hubiera pasado nada entre tú y Henry-

-Es que ese es el problema Hanna, todo es como si no hubiera pasado nada, nunca debí ser de esa forma, no puedo pensar las cosas con claridad –

- Bueno al menos ya la tortura terminó, no tendrás que verlo de nuevo ¿Cuál sería el impedimento? -

- El problema no es verlo, el problema es que no puedo sacarlo de mi mente-

- ¿A él o lo que ocurrió? -

-TODO- levanté la voz

-Oye, hablamos de esto varias veces antes de que ocurriera, la situación se dio, las cosas ya sucedieron, tú lo disfrutaste, y quiero pensar que el igual, fue consensuado, y tú ya sabías desde antes que después de que pasara eso no había más caminos, tú misma lo dijiste Lau, el no siente nada por ti, y yo te lo dije también, te dije que sólo sería algo pasajero-

- ¿Entonces me dirás que este vacío que siento es porque estoy sobre exagerando mis pensamientos y emociones? –

- Pues sí, es prácticamente eso, sal con otros chicos, experimenta otras cosas, obvio no será igual, pero encontrarás algo más a tu medida. Creo que Henry era demasiado hombre para ti, y tú eras demasiado niña para él-

- Eso suena cruel, pero dime... ¿Entonces por qué terminó accediendo? -

- Porque fuiste muy evidente con él, lo besaste una vez, vomitaste de nervios en su auto, cada que intercambiabas palabras con él sobreactuabas y te exaltabas, y luego lo quisiste poner a prueba en su propio apartamento, ¿y sabes qué pasó? Acabó dándote una cucharada de tu propio juego, es decir, antes de llevarte a la cama te advirtió sobre tu descontrol emocional y dejó en claro lo que eras para él, una simple alumna como cualquier otra, sin ningún beneficio, luego tú te revelaste con él creyendo que con eso demostrarías más autoridad y que su idea sobre ti era errónea, entonces se aprovechó de la situación en la que te puso Trevor para ponerte a prueba, y te quedaste sin armas al mínimo afecto que tuvo contigo y él acabó por darse cuenta que sólo tratabas de ponerte a su nivel revelándote pero que en realidad aun seguías teniendo ese descontrol y entonces te dio lo que querías y deseabas, después no te dijo nada porque al final de cuentas quién quería todo eso eras tú y él solo cumplió en dártelo, no dudo que en el momento no lo quisiera, digo, es un hombre pero como dije antes, él no puede demostrar o hacer algo solo porque tu así lo quieres, si no siente nada no siente nada y listo, procésalo, digiérelo y acéptalo-

-No sé qué decir, tienes tanta razón-

- Después de todo tu pudiste poner un límite, pero no lo hiciste porque te dejaste llevar, muy en el fondo tus instintos te pedían a gritos que fuera él, y lo lograste, por lo qué deberías quedarte con ese recuerdo satisfactorio y no estar dándole vueltas y vueltas a las cosas y en lo que a Trevor respecta, deberías de disculparlo y darle una oportunidad, al final fue muy sincero contigo-

-No me hace sentir bien seguir hablando con él después de lo que pasó, y tampoco me siento bien dándole alas, creo que debo acomodar y despejar la mente- acomodé mi cabello.

-Dije que ya no le des vueltas a las cosas, lo único que deberías empezar a hacer es aprender a controlarte es todo-

La morena tenía razón en todo lo que había dicho, yo había provocado que todo esto sucediera, no debía sentirme culpable de algo que mi cuerpo me pedía a gritos, de repente dejé de sentir un poco ese vacío dentro de mí y me sentí más tranquila.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------

Llegué a casa cansada y con muchas ganas de dormir por todas esas malas noches, antes de subir a mi cuarto me di cuenta que mi hermana estaba en casa desde temprano, lo que sería un dolor de cabeza más.

- ¡Laurence! - gritó desde la sala

- ¿¡Qué quieres!?- respondí de mala gana y casi con los ojos por los suelos.

- ¿Tu encargaste libros? – levantó la ceja

- ¿Libros? No, no he comprado ningún libro-

- Pues serán de mamá, hoy enviaron esos libros con un sobre-

- ¿Abriste el sobre? - pregunté extrañada mientras habría la caja

- No, apenas recibí el paquete a prisa porque se me estaba quemando la lasaña-

Mis ojos se abrieron de par en par y mi boca casi suelta un chillido en cuanto abrí la caja, eran los libros edición especial que había dejado sobre la mesa de Henry - ¡Oye! Me llevaré el paquete arriba, sabes, ya recordé que fui yo quién los encargó- Subí las escaleras corriendo, dejé todo a un lado y abrí el sobre que venía con los libros, la emoción que sentía no se describía con nada, no podía si quiera creerlo, respiré profundo y comencé a leerla:

"Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.

Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.

Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero..."

Pablo Neruda

Espero te gusten los libros, los vi sobre la mesa y pensé que tú los habías dejado ahí, sé que están en buenas manos ahora contigo y que los leerás más veces de lo que yo los leía. Sigo pensando que eres una chica con mucho potencial. Lamento no haber podido despedirme de nadie, fue un gusto dar clases en esa escuela, espero sigas destacando. Te deseo mucha suerte y éxito.

Pd. Le caíste muy bien a Khal.

-Henry William Dalgliesh Cavill-

Abracé la carta y la leí unas veinte veces esa tarde, me prometí a mí misma no decirle de esta carta a nadie, la emoción que sentía era evidente, quizá era la respuesta que necesitaba para poder estar tranquila. Después de todo Henry no era una mala persona, simplemente siempre trató de ponerme un límite por mi bien. 

Amor En NegaciónWhere stories live. Discover now