XXXVI: E T E R N O

4.2K 213 72
                                    

XXXVI: E T E R N O

Entré al edificio del CEO de Henry, era muy lujoso por dentro, había varios pasillos con ventanales interminables, las personas entraban y salían a prisa. Atravesé todo el pasillo principal hasta encontrar el nombre de Henry y el piso en el que se encontraba. Subí al elevador, las puertas se abrieron y caminé hasta llegar con la recepcionista, una castaña de ojos verdes, bastante atractiva y sonriente –Buen día, ¿La puedo ayudar en algo? – dijo mirándome de pies a cabeza.

-Si, por favor – acomodé mi cabello –Busco a Henry-

La castaña me miró levantando una ceja –¿Al señor Cavill? - asentí - ¿Tiene alguna reunión con él? ¿Agendó alguna cita? -

-No, sólo vengo a hablar asuntos personales- sonreí nerviosa.

- ¿Cuál es su nombre? -

-Laurence... Laurence de Rivia- La castaña tecleó unas cosas en la computadora.

- Es la primera vez que viene aquí por lo que veo, lamentablemente si no tengo registro de usted y ninguna cita agendada, no puedo pasarla, lo lamento-

-¿Pasa algo? - interrumpió una morena alta delgada de cabello ondulado.

-¡Sí! Necesito hablar con Henry, por favor- insistí con algo de desesperación.

-El señor Cavill está en una junta – estrechó su mano con la mía y sonrió – Soy su asistente personal, si gusta puede esperarlo, le diré que lo busca- La recepcionista la miró algo molesta pero no dijo nada. - ¿Cuál es su nombre? -

-Laurence de Rivia- respondí

-¡Ah! Señorita Laurence, usted debe ser la novia del señor Cavill ¿No es así?, le haré saber en seguida que está aquí, tome asiento- me guiñó el ojo y se fue. Mis mejillas se enrojecieron y me senté en la enorme sala que había en el lugar. No tardó mucho y la morena regresó a buscarme, me puse de pie y la seguí, me abrió una puerta de cristal enorme –Esta es la oficina del señor Cavill, espérelo aquí, el saldrá pronto de la junta-

Antes de que se fuera la detuve -¿Le dijo que estoy aquí?-

-Así es, por órdenes de él la traje a su oficina, tome asiento, por favor- sonrió y se fue dejándome sola. El escritorio era de madera fina, era largo y ancho, estaba lleno de papeles y de pequeñas esculturas de arte moderno, a un costado a lado de una maceta, estaba un enorme librero y por detrás de la silla de Henry, un enorme ventanal que dejaba ver toda la ciudad, antes de sentarme quise apreciar la vista desde arriba –Laurence- su voz retumbó en mis oídos, mi corazón saltó de emoción y rápido me giré para verlo. Llevaba un traje color negro y una corbata verde olivo, se veía muy elegante, cómo el día del evento. Me acerqué lentamente a él y lo miré levantando con mis manos una copia de mi libro –No quería que te fueras sin tener mi autógrafo- soltó una pequeña risa, miró la firma y lo dejó sobre su escritorio.

-Lamento haberme marchado sin decir adiós, esa noche sentí que yo ya sólo era un recuerdo vago para ti, y no pude con esa idea. Después quise enviarte esa carta sólo para decirte lo que no había podido y confirmar mis sentimientos-

-Jamás fuiste un recuerdo vago para mi Henry, no debiste pensar eso. Charlie te hizo muchas llamadas, te envió miles de mensajes y jamás respondiste-

-Yo ya había tomado una decisión, Laurence-

-Y ahora que estoy aquí ¿Sigues pensando lo mismo? -

Sus manos se enredaron en mi cintura y me miró fijamente –Sólo ya no quiero arruinar tu vida-

-La única manera de que arruines mi vida es yéndote de ella- susurré mientras acercaba mis labios a los de él – Dime que todavía me quieres, por favor-

- Claro que aun te quiero... mi Laurence- tomó mi espalda y sus labios me besaron con necesidad y pasión haciéndome sentir todo aquello que había estado reprimiendo durante meses. Sus brazos se enredaron en mi con fuerza. –Puedo esperarte una vida y otra si es necesario, pero jamás te volvería a perder-.

Más tarde, fuimos a comer a un restaurant lujoso en la ciudad –¿Tu madre sabes que estás aquí? -

-Sí, antes de ir contigo dejé mis cosas en casa-

-¿Entonces perdiste clases por venir aquí?-

-No, era festivo para la universidad y aproveché para venir, pero hoy mismo en la noche me regreso, lo estuve planeando desde antes, temía que ya fuera muy tarde-

-Sólo pasaron un par de meses desde la última vez que te vi, y aunque hubiera pasado más tiempo no iba a cambiar mis sentimientos por ti tan repentinamente, créeme- tomó mi mano y la besó –Cando la asistente dijo tu nombre sentí que el alma me volvía al cuerpo, fue una sensación muy extraña, a decir verdad, no pensé que fuera cierto, pero tampoco pensé que fuera una broma-

-Una broma de Charlie- vacilé y reímos juntos – Mi estancia en Michigan ayudó, pero nunca dejaste de sobresalir en mis pensamientos. El que llegaras de sorpresa al evento había sido una impresión tan grande que no supe cómo reaccionar y no hice nada para detenerte, simplemente me congelé...-

-El chico que llegó a buscarte- interrumpió –¿Estaba contigo? -

-Sí, pero sólo somos buenos amigos ¿Creíste que era mi novio? - le di un pequeño golpe en el dorso de la mano.

-No- respondió seco

Levanté una ceja –Te pusiste celoso ¿Verdad? - negó con la cabeza tratando de aguantarse la risa – ¡Mentiroso, claro que te pusiste celoso! –

-Yo soy más guapo- sonrió y después se mordió el labio.

-Lo eres- afirmé.

Terminamos de comer, pasamos nuevamente a casa de mi madre y de Charlie, me despedí de ellos y tomé las pocas cosas que llevaba conmigo, debía estar en camino al aeropuerto para no perder el vuelo. Henry se había ofrecido a llevarme.

El chofer manejó a buena velocidad, llegando a tiempo y sin problemas, ambos bajamos juntos del auto y me tomó de la mano mientras caminábamos al área de abordaje.

-Gracias por venir- dijo sereno

-Voy a extrañarte- mi voz se cortó

-Iré a verte seguido- acarició mi mejilla y limpió una lagrima que apenas se asomaba por mis pestañas. –Es una promesa-

-Te necesito conmigo- lo abracé con fuerza recargando mi cabeza en su pecho-Te quiero tanto-

-Y yo a ti-

Más lagrimas salieron de mis ojos y volví a abrazarlo aferrándome a sus brazos. -Ahora ya no quiero irme- sollocé haciendo un pequeño puchero

Me tomó de los hombros y se inclinó para verme mejor a los ojos sonriendo con ternura. -El tiempo vuela, mi pequeña, dentro de poco verás que estaremos juntos de nuevo sin ningún problema. No te preocupes por nada, ya no hay manera de que quiera negar mis sentimientos hacía ti, te quiero para la eternidad Laurence, de eso ya no tengas duda-. 

FIN

Amor En NegaciónTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon