CAPITULO XXIV: T R I S T E Z A

3.1K 166 25
                                    


- ¿No olvidas nada? - dijo Henry mientras me abría la puerta del auto.

-No, llevo todo, gracias- sonreí

– Tienes que hablar con Trevor- dijo en tono seco mientras me miraba de reojo.

- Lo sé, no será nada fácil- agaché la cabeza y sentí un nudo en el estómago, no pensé que tocaría el tema

-Claro que no, pero es lo justo, no debiste usarlo de esa manera- se estacionó y tomó una bocanada de aire – Ya basta de juegos Laurence, ya basta de malentendidos, ya basta de reclamos, me dejaste mal ayer con personas que no debían involucrarse, se perfecto lo que intentabas hacer llevando a Trevor ayer, pero las cosas no son así, he sido amable contigo, he tratado de explicarte de muchas formas que esto no está bien, sólo deja de ser tan caprichosa y olvida todo, y discúlpame por ser tan idiota y haberme...-

- ¿Acostado conmigo? – interrumpí casi con los ojos a punto de desbordar lagrimas

- Exacto, no debí seguirte el juego, y me disculpo por eso, sé que fue un error, porque entiendo que tus sentimientos van más allá de lo que yo puedo sentir por ti y de verdad lo lamento... y está bien si vuelves a odiarme...no te culpo por eso...-

Aguanté las lágrimas lo más que pude, pero en cuanto llegamos a mi casa comencé a llorar imparablemente –No quiero volver a saber de ti nunca más- susurré, sentí un dolor horrible en el pecho y bajé del auto a prisa sin decir más nada.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

No había sabido nada de nadie en los últimos días, me la había pasado encerrada en mi habitación, casi no comía, lloraba entre ratos, de momentos solo me quedaba ida sin razón alguna, me sentía demasiado triste, culpable, enojada, avergonzada y de más cosas poco agradables.

Las clases ya iniciaban de nuevo, era el fin de curso, iba a ser algo pesado porque tenía que empezar a revisar opciones sobre universidades y de más cosas de las cuales por el momento no me sentía de ganas para tocar el tema.

-Debo irme, te dejé hecho el desayuno, te quiero- se despidió mamá, debía irse a trabajar y yo ya debía empezar a cambiarme para la escuela. Hanna pasaría por mí.

- ¡Lau! No supe nada de ti en vacaciones, no me has contado nada de Trevor, me has dejado en visto, ni si quiera me contaste lo de aquella vez que querías quedarte en mi casa...- hizo una pausa al darse cuenta que no estaba prestándole tanta atención y que empezaba a sentirme incomoda por todas esas preguntas que en efecto no iba a responder - ¿Estas bien? ¿Dije algo malo? ... ¡Ay no! ¡No! ¡No! ¡No me digas que otra vez viste a ese idiota! Laurence, ¿tú crees que alguien que te pone de esa forma vale la pena? ¡Por dios mírate! Estás ... No hablaremos de esto, pero de verdad no está bien- No dijo más nada en todo el camino y agradecía eso.


El día parecía correr más lento de lo normal, me costaba trabajo poner atención a clases. Trevor estaba sentado al otro extremo del salón, por momentos lo miraba de reojo, pero él en definitiva no hacía ni el mínimo intento por querer notar mi presencia. La clase terminó y todos salieron a prisa, seguí al moreno por todo el pasillo de manera discreta hasta llegar a un punto en donde pudiera abordarlo y hablar a solas, pero al parecer tenía entrenamiento así que lo esperé en las gradas hasta que terminara.

- ¿Estás siguiéndome? - preguntó con indiferencia mientras se secaba el rostro

-Trevor, yo...- me sudaban las manos, me sentía nerviosa no tenía idea de que decirle en realidad -...necesito que hablemos Y POR FAVOR no me digas que no hay nada que hablar porque si lo hay-

Amor En NegaciónWhere stories live. Discover now