CAPITULO XVIII: R E C A Í D A

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Comencé a arreglarme con tiempo, mi madre estaba muy emocionada, toda la mañana había estado halando de la celebración de Charlie, tomé el vestido que me había comprado, era muy hermoso, era de coctel, de color rosa, con un escote delante discreto y uno muy sexy por detrás, combinado con unas zapatillas de plataforma color nude. Me dejé el cabello suelto y solo me hice unas ondas discretas y un maquillaje natural pero notorio.

- ¡Wow! Te vez preciosa cariño – dijo mi mamá mientras se asomaba por la puerta de mi habitación.

- Tu también te vez hermosa má, el color amarillo te sienta bien, te vez muy sexy, creo que flecharás por milésima vez el corazón de Charlie – ambas reímos.

Hicimos algo de tiempo, me sentía algo nerviosa por el evento, mi madre igual dejaba notar un poco de nerviosismo, pero se veía hermosa, y eso hacía que estuviera segura, yo también me sentía bien pero no sabía que pasaría cuando volviera verme con Henry después de lo ocurrido.

- Laurence, toma el regalo que está en la mesa, te espero en el auto – asentí y busqué la pequeña caja, mi madre le había comprado un Rolex a Charlie, lo cual me daba algo de envidia, porque ni a mí me daba esos regalos.

Arrancó el auto y nos dirigimos hacia el lugar, mi madre parecía conocer muy bien el camino, entramos al residencial y llegamos a la casa, era preciosa, tenía una entrada inmensa y como era en la parte alta de la ciudad había una vista impresionante.

Uno de los encargados nos indicó la entrada al jardín el cual era enorme y estaba dividido en varias secciones, la comida era familiar, pero sin embargo había una cantidad generosa de personas, a lo lejos tanto mi madre como yo visualizamos a Charlie pero él aun no la veía porque estaba entretenido con unas personas.

-Rose...- mi corazón latió un poco rápido -...Rose, gracias por venir, Laurence- asentí de manera amable al saludo de Henry el cual apenas me había mirado, nos llevó hasta donde estaba Charlie. El tipo no pudo ni disimular la mirada devoradora hacia mi madre y claro, de felicidad, ambos se abrazaron con mucha fuerza y cariño.

-Rose, hermosa, no tienes idea de lo increíble que estés aquí, mi madre no podrá creerlo cuando te vea...- hizo una pausa y me miró regalándome una sonrisa - ¿Es tu hija? – preguntó tomándome del hombro suavemente mientras miraba a mi madre.

- ¡Ah! Si, te presento a Laurence, mi hija menor- estreché mi mano y el tipo arqueó una ceja cuándo se dio cuenta que yo había sido la chica que había atendido en el hospital y antes que dijera algo Henry interrumpió – Laurence, podrías venir un momento, quiero mostrarte algo- asentí y le sonreí a Charlie despidiéndome mientras me alejaba junto con Henry.

- Gracias- dije por lo bajo

- No hay de qué, solo no quería que pasaras por un momento incómodo, ya luego hablaré con Charlie – llegamos a la mesa y me dejó sola, parecía que Henry estaba pendiente de casi todo, sin embargo, aún no identificaba a sus padres.

Empezó a llegar un poco más de gente, había un saxofonista en vivo que interpretaba temas modernos, era muy bonito todo, mi madre me había dejado sola, ella se había sentado alado de Charlie, el tipo llevaba ratos con la atención puesta en ella, ambos congeniaban muy bien, varías veces me ofrecieron vino y todas las veces acepté, sirvieron una gran variedad de comida Italiana, la cual estaba deliciosa, finalmente salió de la casa quién parecía la madre de Henry, una mujer delgada rubia de cabello corto muy guapa, se acercó a mi madre y se abrazaron, después llegó su padre y ambos se quedaron con ellos disfrutando de la comida.

Después de un rato dieron unas palabras, brindaron y pidieron que disfrutáramos el resto del evento. Pero yo ya me sentía algo mareada y aburrida, tomé una copa de vino que ya llevaba a la mitad y de la bolsa de mi madre saqué un cigarrillo con un encendedor, busqué un buen lugar para despejarme. Había encontrado una especie de camino hecho de plantas que llevaban hasta una fuente enorme, apenas llegué me senté sobre ella y encendí el cigarrillo, y antes de darle la primera calada apareció Henry quitándomelo de la boca y apagándolo de una pisada.

Amor En NegaciónWhere stories live. Discover now