45

7.4K 726 1K
                                    

Lisa POV

No me sorprendió que quisiera besarme, lo que me tomó por sorpresa es que lo admitiera en voz alta y no aprovechara alguna inconveniente cercanía para hacerlo.

Le dejé besarme y le respondí, aunque seguía sintiéndome mal por la reciente ausencia de Chungha -"ausencia" -, no podía negarle un beso a esos labios que se me entregaban por completo.

Fue ella quien se detuvo y no pude resistirme a darle un beso fugaz. Me miró como si fuera un pequeño gatito sin hogar. A los tres segundos siguientes, su expresión volvió a ser normal, la invencible Jennie había vuelto.

-Gracias -dice alejándose.

El sol le da en los ojos y cómo consecuencia los hace brillar. Los colores del atardecer le quedan a la perfección.

-Cuando quieras -respondo levantando los hombros.

-No, en serio, gracias -repite sin mirarme -Yo te eché de mi casa ayer y tú estabas muy mal -el viento le desordena el pelo.

-No te preocupes, entiendo que pedí demasiado, hasta para ti -me apoyo contra el muro detrás de mí.

Mueve una ceja poco contenta con mi respuesta pero se ahorra el comentario.

-Te prometo que, de ahora en adelante, puedes contar conmigo para lo que sea -cuando se da la vuelta para mirarme el viento cambia de dirección bruscamente haciendo que su pelo, que está mucho más largo que cuando la conocí, vuele sobre su hombro izquierdo y sus ojos dan la impresión de ser más oscuros. 

Me di cuenta de que su presencia era intimidante pero, no sentía miedo como otras veces. Estaba a su mismo nivel y entendí aquello de "después de mí, serás la siguiente persona con más poder en esta escuela", que tanto me repitió las primeras semanas de nuestra relación de "amigas con beneficios".

-Vale -fue lo único que atiné a responder. Me daba la impresión de haber hecho un trato con una diosa. O un demonio. Y, curiosamente, mi cabeza no divagaba en eso.

Como queriendo librarse de lo que sea que pasaba por su cabeza, saltó tres escalones más abajo. Casi juré que se iba a suicidar cuando la vi aterrizar sin problemas sobre una de las sillas. Recordé que era porrista y esos saltos no eran mayor cosa para ella.

La seguí en silencio.

-¿No te tienes que ir? -preguntó dos o tres pasos delante.

-¿Quieres que me vaya? -inquirí.

-Tengo entrenamiento, las chicas deben estar esperándome -le dio un rápido vistazo a la hora de su móvil.

-Puedo quedarme, no tengo nada que hacer.

Se detuvo por un segundo y siguió caminando. 

Era extraño que antes no me diera cuenta de los pequeños detalles que revelaban todo de su personalidad y que ahora me parecían tan fáciles de reconocer.

-Si quieres...

Fuimos hasta su taquilla para recoger su uniforme y, en silencio, llegamos al gimnasio. Todas estaban ahí calentando por órdenes de Irene y Seulgi. Hubo más de una ceja levantada cuando me vieron entrar detrás de ella. Para nadie era un secreto mi bisexualidad.

-Jennie, cariño, te estábamos esperando -declaró Irene.

-Lo sé, Lisa me pidió un favor -avanzó hasta las gradas para dejar su mochila.

Friends With Benefits [JenLisa]Where stories live. Discover now