día 4: ladrón

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"¡Tú!" Un chillido femenino se escuchó detrás de él. Estaba listo para dar un salto e irse, pero dio un salto en su lugar y se dio vuelta rápidamente, escondiendo el objeto que llevaba en sus manos detrás de su espalda.

Un día y con la curiosidad a flote, Adrien tomó una decisión: importunar a Marinette. Era algo propiamente de Chat Noir y sabía que era imposible importunarla con él siendo él mismo, así que lo dejó a un trabajo del superhéroe. Le parecía buena idea hacerlo con el fin de saber si realmente él era el problema o simplemente Marinette tenía una personalidad curiosa que fluctuaba drásticamente entre su persona civil y su persona gatuna, pero le agradaba.

Ese día como muchos otros, decidió pasarse a ver a su personita favorita con la esperanza de que algo bueno saliera de ello; y lo hizo.

Pero no contaba con que las cosas diesen ese giro.

"Hola, princesa. Estás preciosa. ¿Quieres que compartamos otra taza de té?" Chat Noir ronroneó inclinándose levemente, quedando frente a frente con la chica de coletas que se paraba junto a él, furiosa.

"No te va a servir eso conmigo." Marinette lo miraba desafiante con los brazos cruzados. Chat Noir pensó por un momento que ésta versión de ella efectivamente se veía muy diferente a la que él conocía en la escuela. Le gustaba mucho. "Sé que te llevaste la muñeca de Ladynoire de mi habitación. Devuélvela."

Chat Noir se sintió atrapado, pero poco le importó. "No sé de qué me hablas. Pareciera que sólo estás celosa de que me gustara." La sonrisa en los labios de él no desaparecía, y a Marinette le empezaba a cansar.

"No estoy celosa, solo que se la prometí a una amiga, y no puedo dársela si la tienes tú."

Alya hace unos días le había rogado de rodillas a Marinette por la versión felina de Ladybug para tenerla en su colección. Pocos habían visto esa versión de ellos, pero habían fotografías suficientes como para que Marinette pudiera recrearla sin problemas. Pero cuando Chat Noir se apareció en su balcón, con la excusa de saber como estaba, no pudo evitar invitarlo dentro y ofrecerle un bocadillo. Total nada malo iba a pasar, ¿no?

Estaba completamente equivocada, porque él era un ladrón.

Chat Noir se sintió un poco culpable. Solo un poco.

"Mmh, yo creo que esa amiga tuya puede esperar. Además, tengo derecho a tenerla. Es mi miraculous el que estaba usando." Marinette puso en blanco los ojos ante la estúpida excusa. Chat también la encontró estúpida, pero no tenía otra. "¿No me la darás?"

"No." Oh, bueno. "Pídela bien."

"¿Huh?" La cara de confusión de Chat Noir fue adorable ante la vista de Marinette; sus orejas se voltearon levemente, sus ojos se entonaron hacia ella y su cabeza se inclinó hacia un lado, tal como un gato.

"Así es. Las hago por encargo, debes pagarme el 50% del producto." La tenacidad del comentario hizo reír al superhéroe.

"Pues te puedo dar el pago completo ahora." Chat Noir se encogió de hombros y ahora la confundida era Marinette. Él se inclinó sobre ella, levantando una mano hacia su rostro, acariciándolo levemente con sus garras sin hacerle daño. Ella aguantó la respiración al verlo tan cerca de su rostro, pensó que solo era una broma más de él, pero le dio igual.

Chat Noir acortó la distancia entre ellos, rozando sus narices, pero Marinette no cayó. Entrecerró sus ojos suavemente, atenta a los movimientos ajenos, y cuando lo pilló con guardia baja, rodeó su cuerpo y le quitó la muñeca.

El superhéroe se sorprendió y un poco desilusionado, se volvió hacia ella.

"Iba a darte un buen pago."

"No lo niego." Marinette volvió a inclinarse hacia él, alzando su pequeño cuerpo para alcanzar sus rostro, dejó un pequeño beso en sus labios y se alejó sonriente. Chat abrió los ojos sorprendido, pero también sonrió. "Ven mañana y tendré otra para ti, ¿te parece?"








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¡Hola! ¿Cómo están? Aquí otra vez puntual para el reto. No me gustó mucho este tampoco, pero como es mi primer reto decidí no exigirme tanto. Espero lo disfruten aunque sea un poquito jajaj. ¡Cuídense!


Próxima actualización: 5 de mayo.

la princesa y el gato {marichat may 2020}Место, где живут истории. Откройте их для себя