Superando el odio [Tobirama]

Capítulo 23: Equipo Tobirama

Hacía rato que había amanecido y se escuchaba ruido en el campamento pero Izuna no se quería levantar. Rememoraba en su cabeza una y otra vez los recuerdos de la tarde anterior. Ya ni si quiera se preguntaba si Tobirama sentía algo por ella o si sólo estaba jugando, eso ya no le importaba, estaba segura de que si seguía pensando en todos los problemas que había entre los dos se volvería loca así que sólo quería volver a estar a solas con él y disfrutar de sus besos.

La tarde anterior había sido especial, tuvo la sensación de que no era necesario poner sus dudas ni sentimientos en palabras de alguna forma él la entendía.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por Kagami que entró sin llamar a la tienda y reprimió una carcajada al ver su aspecto de recién levantada. Izuna bufó molesta mientras trataba de peinarse con los dedos.

-Hora de levantarse- dijo alegremente- Madara-sama quieres que vayas a ver la casa, ya está casi lista.

Izuna se levantó de un salto repentinamente animada. Desde que llegaron al campamento, Hashirama y su hermano se habían dedicado en sus ratos libres a construir una casa para cada uno. Irremediablemente, los clanes se habían ido dividiendo por zonas y construyendo sus viviendas separadas unos de otros pero Hashirama se había empeñado en que Madara y él fuesen vecinos. Por su puesto, la vivienda que su hermano tenía casi terminada era para los dos. Izuna había pasado casi toda su vida en la antigua mansión de los Uchiha, donde convivía con gran parte del clan y estos meses en aquel incómodo campamento. Le hacia bastante ilusión tener por fin una casa cómoda donde sólo estuviesen su hermano y ella.

Le dijo a Kagami que iría enseguida y le echó rápidamente de la tienda para cambiarse, después fueron juntos a ver la casa.

Madara estaba trabajando en ella cuando llegaron, por fuera ya parecía terminada, sólo faltaban algunos retoques. Era una edificación de madera robusta con un estilo que le recordó a la vieja mansión Uchiha. Izuna agitó el brazo hacia su hermano y él en seguida se acercó a ella.

-¿Qué te parece?- dijo con una sonrisa en su rostro.

-Me gusta, ya estoy harta de la tienda de campaña si te soy sincera.

-En un par de días estará lista- dijo él riendo ante su comentario.

-¡Izuna-chan!

Ella se giró para ver al líder Senju acercándose a ella apresurado con una gran sonrisa en el rostro. Tras él iba Tobirama con las manos en los bolsillos y aspecto aburrido. Izuna se sonrojó en seguida nerviosa, después recordó que Madara estaba justo al lado y se obligó a calmarse.

-¡Ya está casi terminado!- le dijo el Hokage tomando sus manos sorpresivamente- ¡Dentro de nada vamos a ser vecinos!

Señaló entonces con efusividad la casa junto a la suya que parecía estar lista también. Izuna se rió de su entusiasmo.

-Hermano relájate, te está mirando todo el mundo- dijo Tobirama molesto.

Hashirama soltó las manos de Izuna deprimido, comprobando con el rabillo del ojo que varios aldeanos se habían detenido a mirar la escena sonriendo.

-Nosotros deberíamos haber construido la casa junto al resto de nuestro clan pero qué se le va a hacer- comentó Madara.

-No seas así, si somos vecinos podemos vernos todos los días.

-Ya nos vemos todos los días Hashirama, no seas pesado.

El castaño se deprimió de nuevo mientras su amigo trataba de animarle a su manera sin mucho éxito.

-Vamos a tener que aguantar esto todos los días ¿Lo sabes verdad?- comentó el menor de los Senju acercándose a Izuna mientras los mayores discutían.