Capítulo 25: La familia Uzumaki

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El resto del camino hasta la improvisada casa de los Uzumaki había sido de lo más vergonzoso para Izuna. Después de su atrevimiento había comenzado a caminar deprisa para dejar al albino atrás, pero él como siempre era más rápido. Tobirama había intentado besarla de nuevo pero ella le había esquivado. Estaban en mitad de la calle, podían haberles visto. No había podido controlarse y se avergonzaba por ello pero ver a Tobirama con los niños le había enseñado una parte de él que no conocía y se le hizo incluso más irresistible de lo normal.

No obstante la vergüenza de Izuna no terminó ahí, cuando llegaron al fin a las carpas que habían habilitado para los Uzumaki y Mito salió corriendo a recibirles, ella se dio cuenta de algo importante que había pasado por alto. Estaba hecha un desastre. Llevaba el uniforme lleno de barro y el pelo despeinado por la batalla que había tenido con Tobirama. Mito en cambio estaba bellísima, con un Kimono azul oscuro, perfectamente maquillada y peinada. De pronto se sintió pequeña, estaba claro que aunque le llamasen "la princesa de los Uchiha" a ella aún le quedaba mucho para ser una dama elegante como Mito.

La pelirroja parecía tener el don de leer las mentes ya que en cuanto les vio cogió a Izuna por el brazo y se la llevó a parte, ignorando las quejas de Tobirama.

-Sois de lo que no hay- le dijo entre risas- Después de destrozar medio bosque ni se os ocurre pasar por la ducha antes de venir a cenar.

Izuna se disculpó avergonzada.

-No te preocupes aún es temprano, tengo tiempo de arreglarte.

-Oh, no hace falta de verdad, puedo pasar por casa y cambiarme en un momento, no quiero molestar.

-¡No es molestia, no seas así! Me encanta ayudar a mi hermana a arreglarse y ella casi nunca me deja, está en esa edad...- Lloriqueó la pelirroja- Así que no te puedes negar.

Ella le sonrió tímidamente y la dejó hacer. Izuna no recordaba a su madre, ella había muerto cuando era demasiado pequeña, tampoco tenía hermanas o tías que cuidasen de ella. Cuando vivía en la mansión Uchiha las únicas chicas con las que tenía contacto era las sirvientas y ellas empezaron pronto a tratarla con algo de miedo cuando las historias de sus batallas junto a su hermano se hicieron populares entre los miembros el clan. Por ello, la actitud maternal de Mito la desarmaba tanto, aunque a penas se conociesen era lo más parecido a una hermana mayor que había tenido nunca.

La pelirroja la ayudó a bañarse mientras le contaba sobre su compromiso con Hashirama, Izuna sintió un poco de envidia, estaba claro que esos dos se querían y aunque la Uzumaki llevase un buen rato quejándose por lo descuidado que era el Hokage, hablaba de sus defectos con una sonrisa y no hacía falta ser un genio para darse cuenta del afecto que sentía por él. Mito le dejó un Kimono precioso de satén negro cubierto por pequeñas flores de cerezo rojas y la peinó y maquilló un poco. Cuando se miró al espejo estaba impresionada. Ella nunca había usado ropas tan elegantes, se veía realmente bien. Volvió con Mito al improvisado salón sintiéndose un poco contenta.

Mientras la pelirroja la arreglaba los demás se habían ido acomodando en torno a una mesa baja que habían colocado en el medio de la sala, rodeada por cojines de colores vistosos. Distinguió allí sentado al líder del clan, Ashina Uzumaki y se apresuró a hacerle una reverencia. También estaba Hashirama que dejó inmediatamente de conversar con el líder Uzumaki para saludarla y por último Tobirama, que parecía molesto mientras contestaba secamente a las preguntas de una joven pelirroja muy parecida a Mito.

-Ella es mi hermana pequeña. Se llama Ayame. -le dijo Mito señalándola, después se volvió hacia la pelirroja- Y ella es Izuna Uchiha.

-¿Uchiha?- preguntó torciendo gesto. Mito la reprendió.

Superando el odio [Tobirama]Where stories live. Discover now