Superando el odio [Tobirama]

Capítulo 26: La oscuridad de Madara

Por fin un poco de acción. Izuna había vuelto finalmente a su trabajo. Sólo habían sido dos días de descanso desde que había vuelto a la villa pero aún así le parecía que llevaba sin hacer nada una eternidad. Su escuadrón de vigilancia había crecido mientras estaba fuera, después de lo que pasó en la visita al señor feudal estaba claro que los enemigos estaban ahí fuera y había que estar preparados. Pasó casi toda la mañana reorganizádolos y estableciendo nuevos turnos de vigilancia. Ya habían tenido algunos avisos de movimiento por la zona y no quería sorpresas, seguramente sólo fuesen curiosos pero tenía que estar prevenida.

Al caer la tarde, la avisaron de que el Hokage quería hablar con ella y se dirigió a la carpa que usaban como centro de mando. Allí estaban también su hermano y Tobirama esperándola, con un gesto serio que la desconcertó un poco.

-Ah, Izuna al fin llegas, tenemos algunas noticias.- dijo el Hokage al verla entrar en la carpa.

Ella se sentó junto a su hermano con curiosidad.

-¡Nos han llegado noticias de que las demás naciones están formando villas igual que nosotros!- dijo Hashirama emocionado.

-Ya te he dicho que eso no es bueno – le interrumpió Madara- ¿No te das cuenta de que si se unen serían una amenaza?

-Las villas son para terminar con las guerras Madara- contestó e Senju frustrado- Sabes tan bien como yo que en los países vecinos pasaba lo mismo que en el nuestro. Los clanes vivían enfrentados unos con otros, que se unan y terminen con sus guerras no puede ser algo malo.

-¡Si, si se unen contra nosotros Hashirama! ¡Deja de ser tan ingenuo!

-¡No tiene por qué pasar eso! Podemos hablar con ellos ¡Hacer una alianza!

-¿Con otros países? ¿Has perdido el juicio?

Izuna intervino entonces sujetando el brazo de su hermano para calmarlo, Madara estaba furioso y sabía que cuando se ponía así las cosas no solían terminar bien. Estaba un poco alarmada por lo que acaba de escuchar pero pensaba que el Hokage tenía razón. Acaban de salir de una guerra, no podían meterse en otra sin intentar primero una opción pacífica.

-Hermano relájate, Hashirama tiene razón. No hemos hecho todo esto para entrar ahora en guerra con otros países.

El Hokage le sonrió en agradecimiento. Madara torció el gesto pero no dijo nada más.

-¿Tu qué piensas Tobirama?- le preguntó el mayor de los Senju a su hermano que no había abierto la boca aún. Él frunció el ceño.

-Si los tenemos que eliminar, estoy con Madara en que es el momento adecuado. Nosotros ya estamos mejor organizados y sería más sencillo atacarles ahora que aún no tienen una cohesión real entre los clanes.

-¡Tobirama!- se desesperó el Hokage.

-Hermano si terminan siendo un problema y tenemos que entrar en guerra de todas formas, si les dejamos organizarse ya no será una guerra de clanes, si no de países enteros.

-¡No tenemos por qué llegar a eso!- gritó Hashirama desesperado.

-Si nosotros hemos podido entendernos y unirnos después de tantos años de lucha ¿Por qué no podemos hacer lo mismo con las demás naciones?- interrumpió Izuna de nuevo- Lo siento pero yo estoy con Hashirama.

Madara le miró molesto de nuevo y Tobirama sólo se cruzó de brazos.

-Dejadme tratar de hablar con ellos- suplicó el Hokage- Estoy seguro de que podemos entendernos. Ellos han sufrido igual que nosotros si van a tomar formar villas es por que quieren terminar con todo ese sufrimiento.