Superando el odio [Tobirama]

Capítulo 27: Preparativos de boda

Madara había hecho un pequeño viaje. A fin de cuentas el bosque donde estaban construyendo la villa estaba justo en la antigua frontera entre los clanes Uchiha y Senju. No muy lejos de allí, se erigía un templo que los Uchiha había construido hacía siglos, el Santuario Nakano. Madara había ido a visitarlo, quizás para reflexionar sobre todo lo que estaba ocurriendo o eso quería pensar Izuna. Tenía pendiente una conversación seria con su hermano pero tendría que dejarla para cuando volviese.

La mañana transcurrió tranquila, cada vez eran más los comerciantes que se acercaban a la villa para montar allí sus negocios así que la mayor parte del día lo pasó revisando los cargamentos que traían. No había ni rastro de ninjas enemigos por el momento pero la información que le había dado el Hokage el día anterior la tenía un poco paranoica.

Cuando terminó su turno se dirigió a las carpas de los Uzumaki algo más relajada. No había visto nada extraño en todo el día y de verdad que tenía ganas de ayudar a Mito con los preparativos de la boda y evadirse un poco. Quedaba menos de un mes para el enlace y teniendo en cuenta que ni si quiera contaban aún con un salón decente donde poder celebrarla era aún más complicado.

La pelirroja la recibió agitando los brazos frenética cuando la vio acercarse, y corrió hasta ella en seguida.

-¡Menos mal que has venido!- dijo resoplando- A este ritmo me casaré cuando tenga cincuenta.

Izuna soltó una risa suave y observó lo que estaban preparando para el enlace. Habían montado una carpa grande que estaban comenzando a decorar con flores. Vio en una esquina a Ayame que colocaba algunos adornos sin muchas ganas y un par de pelirrojos más que supuso que serían parientes de Mito tratando de colgar guirnaldas de flores del techo sin mucho éxito.

-Creo que te falta personal- dijo ella con una sonrisa- No te preocupes. Ayudaré en lo que pueda ¿Vale?

-Menos mal. Ya se que esto no es una prioridad pero tampoco me quiero casar en mitad del campo.

Izuna se quedó pensativa, quería que la Uzumaki tuviese una boda decente pero estaba claro que con los ayudantes que había conseguido no iba a hacer mucho. Decidió avisar a Kagami y mandó al primer Uchiha que encontró a buscarlo. Entre los dos podían arreglar la carpa antes de que cayese la noche.

No había pasado ni media hora cuando escuchó la voz del Uchiha aproximándose. Venía riéndose a a todo volumen junto a los alumnos de Tobirama que le avasallaban a preguntas. Detrás iba él con aspecto de estar realmente molesto. Izuna se sorprendió un poco pero se alegró de verles.

-Izuna-sama- le dijo el Uchiha contento al llegar a su lado- He traído refuerzos.

-Cumpliré cualquier misión que me dé- se apresuró a decir el pequeño Sarutobi poniendo una postura militar.

Izuna se rió y le desordenó los cabellos con ternura.

-Vuestra misión de hoy- les dijo siguiéndoles el juego- Es hacer que este sitio esté a la altura para boda del Hokage.

Los chicos se miraron entre ellos emocionados y asintieron en seguida, después se fueron corriendo a ver los adornos y tratar de ayudar en lo que podían. Ella los observó unos segundos, sonriendo. Después se volvió hacia el Uchiha y el Senju que estaban a su lado observándola a ella. Uno con la sonrisa en el rostro, otro con gesto serio y los brazos cruzados.

-¿Vosotros no pensáis ayudar o que? - les preguntó ella aún sonriendo.

Kagami se apresuró a seguir a los chicos pero Tobirama se quedó allí plantado. Ella le miró inquisitivamente a lo que el albino terminó por poner los ojos en blanco.