Cuando Narcissa y Lucius le piden a Annie que ayude a Draco a encontrar el camino hacia el Señor Oscuro, ella tiene dos opciones: Lograrlo o fallar en el intento.
❝Quise tocar el fondo de tu alma a base de mentiras.
No supe que acabaría tan mal hast...
"No sirve de nada quedarse sentado preocupándose. Lo que tenga que ser será, y nosotros lo enfrentaremos cuando venga." —Rubeus Hagrid
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Hogwarts. 1 de Septiembre de 1995.
Para los que estaban acostumbrados a viajar a Hogwarts cada año desde los once años, el viaje había sido monótono y largo. Para Annie, había sido todo lo contrario.
Sin importar la mirada que le dedicase Draco Malfoy mientras estaba metido en sus pensamientos, no se había privado a hablar con Blaise e intentar no sacar ningún tema que metiese a su familia de por medio. Al fin y al cabo, él la ayudaría a escapar de cualquier situación entrometida o alguna pregunta que estaba seguro que alguno de su casa haría.
Los Slytherin son así, le había comentado Blaise días antes por carta.
Pero ella no se lo creía, al revés. Iba con la idea del gran ejemplo que habían dado siempre los de la casa Slytherin y se negaba a creer que Blaise tuviera razón. ¿Un Slytherin snob y entrometido? ¿Por qué sus padres se habían dedicado a poner la casa de Slytherin por los aires si luego no es así?
Aunque ahora que escuchaba hablar a los compañeros y compañeras que tendría en el caso de ser seleccionada en Slytherin solo dejó en su interior decepción y un toque amargo. Ella no creía en la división de personas por su sangre, de hecho, sus padres tampoco lo hacían. Por eso mismo era que le sorprendía todo lo que estaba sucediendo a su alrededor.
El viaje llegó a su fin cuando el tren paró su marcha en la estación de Hogsmeade. Los alumnos de primer curso fueron los primeros en bajar para reunirse con Rubeus Hagrid y así ir hacia los botes, mientras que los alumnos de los demás cursos se encargaban de montar en carruajes que los dejaría en la puerta principal del castillo.
Annie sentía los nervios aumentar cada vez más en la boca de su estómago al acordarse de que ahora tendría que ser sometida al Sombrero Seleccionador.
¿Y si no caía en Slytherin?
Sería una gran decepción para la familia Brooke que su única hija proveniente de una generación completa de Slytherin acabase en una casa como la de Gryffindor, por ejemplo. Pero eso no era lo que le perturbaba del todo a Annie. Lo que más le ponía nerviosa era estar bajo tantos pares de ojos que seguramente se preguntarían qué hacía una chica de quinto curso siendo seleccionada para una casa.
— No estés nerviosa, Annie. Todo estará bien. —Menciona Blaise una vez en el andén, encaminándose al lado de la castaña hacia las carrozas.
Tras ser llevada por unas carrozas que mágicamente se movían solas, el interés de Annie hacia aquel lugar comenzó a sembrarse más y más en su estómago.
Beauxbatons era un lugar precioso, sí. Pero la magia y el misterio que había en Hogwarts era completamente distinto, y eso es lo que tuvo entretenida a Annie en todo el trayecto desde la estación de Hogsmeade hasta la puerta principal de Hogwarts.
