Epílogo.

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Si Annie o Draco pudieran describir las vacaciones como tal, usarían adjetivos como difícil o llenas de nostalgia y vacío

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Si Annie o Draco pudieran describir las vacaciones como tal, usarían adjetivos como difícil o llenas de nostalgia y vacío.

Para el rubio no había sido fácil volver a una casa vacía y oscura después de haberse acostumbrado a estar en un lugar lleno de luz, paz y compartir todos sus días consecutivos con la única persona que sacaba lo mejor de él.

Lo mismo pasaba con Annie, pero desgraciadamente para Draco, Lord Voldemort había dado la orden que Malfoy's Manor sería el lugar de reunión de los mortífagos y no habían tenido ni la oportunidad de negarse. Al revés, Lucius Malfoy se sentía agradecido por serle útil al menos en una cosa a su señor, por lo que obligó a Narcissa y Draco a no rechistar ante tal decisión.

En casa de Annie las cosas habían cambiado, y sus padres lo habían notado. Ella había cambiado. Pero no había dicho ni mu a cerca de sus pensamientos ya que la confianza que tenía hacia sus padres se había quebrado cuando se dio cuenta de lo engañada que la habían tenido para reconducirla hacia un camino que no era el correcto.

Las cartas iban y venían, semana tras semana, dejando en constancia que todo seguía igual entre los dos y que nada había cambiado. A pesar de que Annie se estaba aferrando a un clavo ardiendo, ella no quería dejar de ser aquella Annie Hyde que fue feliz en los pasillos de Hogwarts con sus verdaderos amigos y con el amor que jamás pensó encontrar en Draco Malfoy.

Pero mientras la ilusión seguía prendida en el interior de ambos, los días iban pasando hasta acercarse al día que cambiaría la vida de ambos por completo.

Aquella mañana hacía calor, pero a eso a Draco no le importó. Se puso su traje negro, pues pese a estar entrando en la segunda quincena de agosto, en Malfoy's Manor hacía un frío peculiar. Su padre se había encargado de repetirle una y otra vez que el acontecimiento que se llevaría hoy tenía que salir perfecto, y aunque el miedo consumía a Draco desde la cabeza hasta los pies, pensó en Annie y en el gran motivo que tenía de resistir a una prueba tan dolorosa como esa.

Annie fue despertada por sus padres temprano, obligándola a darse un baño y que se relajase. Estaba asustada, sí, pero más asustada se encontraba de saber que hoy se descubriría la verdad y que Draco la tendría delante tal y como es.

Annie Brooke.

Ese había sido el motivo de llanto la noche anterior, sin importarle que al día siguiente sus ojeras fueran protagonistas de permanecer bajo sus ojos verdes. A ella no le importaba más que salir lo más intacta posible de la situación.

Antes de salir de su casa, aprovechó el correo de la mañana y puso en el pico de su lechuza la carta que le contaba a Draco sus verdaderos sentimientos y la verdad que había estado ocultando desde que lo conoció en el vagón del tren. Esperanzada por que la leyera antes de que llegase, confió en que su lechuza fuese más rápida que los segundos que pasaban para que cogiesen el traslador para marcharse hacia la casa de los Malfoy.

𝐋𝐎𝐒𝐓 | DRACO MALFOY | PRIMER LIBROWhere stories live. Discover now