16. Bajo la lluvia.

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"La felicidad se puede encontrar hasta en los más oscuros momentos, si somos capaces de usar bien la luz." —Albus Dumbledore

Aquel día de sábado, los alumnos se levantaron revolucionados porque el último partido de Quidditch se celebraría hoy

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Aquel día de sábado, los alumnos se levantaron revolucionados porque el último partido de Quidditch se celebraría hoy. Sobre todo los de Slytherin estaban emocionados al no haber perdido ningún partido y tener una racha impresionante de puntos, así que después de haber ganado a Gryffindor, no temían que enfrentarse a Hufflepuff fuese un problema.

Los ánimos estaban por los aires y se notaba bastante, ya que cuando un Slytherin estaba de mal humor, optaba por meterse con las demás casas de una forma no muy agradable. Ahora estaban demasiado concentrados en animar a todos los jugadores para que hicieran un buen partido y se fueran con dos victorias a casa para celebrar la Navidad.

Aquel día Annie se levantó un poco más tarde que los demás. Cuando abrió los ojos se dio cuenta de que no estaba ninguna de sus compañeras dormidas como habituaban a estar cuando ella despertaba, pero no le importó.

Habían pasado tres días desde que Draco y ella tuvieron un encuentro en la biblioteca y no se habían vuelto a dirigir la palabra. Annie tenía la terrible sensación de que el rubio ya hubiese tomado una decisión y fuera la que no quería: Alejarse de ella.

Como dos idiotas enamorados, ninguno se decía lo que su corazón les pedía que gritasen, que se querían y que querían estar juntos. Eran demasiado tontos y cobardes como para asumir tal responsabilidad.

Draco se levantó aquella mañana uno de los primeros y como él pensó, era tan solo un día más. El partido de Quidditch no lo emocionó ni un poco y eso que había estado esperando la victoria desde que se motivó cuando derrotaron a Gryffindor.

Las palabras de Annie seguían en su cabeza, y como buen cobarde, no le había vuelto a hablar. Por miedo o por lo que fuera, solamente se dedicaba a mirarla cuando ella estaba distraída y sin ser capaz de afrontar sus propios sentimientos.

Annie, por otro lado, sentía el miedo indagar su cuerpo cuando llegó a la conclusión de que había sido una muy mala idea contarle a Draco el secreto que tenía con Harry. Si era un secreto, no tenía que ir por ahí contándolo a pesar que ese día sintió la necesidad de no mentirle más al rubio.

¿Y si se lo decía a Umbridge por plena venganza hacia Harry?

No solamente él salía perjudicado, sino que todos sus amigos e incluida ella que también participaba en dichas clases particulares en la sala de los menesteres.

Todo comenzaba a apretar en la vida de Annie. El hecho de haber mentido hasta a sus propios profesores comenzaba a dolerle, por el simple hecho de que comenzaba a encontrar la amistad en personas que jamás creyó hacerlo. Estaba empezando a querer de una forma sana y real, y el pensamiento de que todo se echaría a perder cuando supieran quién era y de dónde provenía... la hundía.

𝐋𝐎𝐒𝐓 | DRACO MALFOY | PRIMER LIBROTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon