Cuando Narcissa y Lucius le piden a Annie que ayude a Draco a encontrar el camino hacia el Señor Oscuro, ella tiene dos opciones: Lograrlo o fallar en el intento.
❝Quise tocar el fondo de tu alma a base de mentiras.
No supe que acabaría tan mal hast...
"Las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infringir daño y de remediarlo" —Albus Dumbledore
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La época de exámenes antes de la gran fiesta que se celebraría en Halloween había llegado, y como buenos y malos estudiantes, los alumnos de Hogwarts tenían distintas reacciones por el pasillo que le causaban gracia a Annie.
No es que se considerase una sabelotodo como quizá lo hacía Hermione Granger, pero le gustaba ir al día con todas las materias y eso le había facilitado a la hora de entregar sus trabajos puntuales y que no se le acumulasen los temas a la hora de estudiar para los exámenes.
A pesar de que Draco era un chico que solía sacar E en casi todas las asignaturas, este año todos los profesores habían visto una baja calidad en sus notas, debido sobre todo a sus faltas constantes a clase y su poco interés para mantener las notas impecables que siempre habían orgullecido a la familia Malfoy.
Draco era demasiado orgulloso para admitir que necesitaba un pequeño empujón o una ayuda para mantener esas notas, ya fuera de alguno de sus compañeros o del mismo Severus Snape. Éste último ya se había encargado de enviar una lechuza a los Malfoy e informarles sobre el comportamiento y las notas que su hijo había bajado, con la esperanza de que con mano dura, él rectificase sus errores.
Nada más enterarse los padres de Draco el rendimiento que tenía su hijo en el colegio y la mala actitud que parecía mantener a diario, escribieron una carta que inmediatamente enviaron de urgencia con una típica lechuza negra para que Draco la leyese lo más pronto posible.
"Draco.
Me da absolutamente igual lo que pase por tu cabeza llena de paja. Absolutamente igual. Espero que seas consciente de lo mucho que nos avergüenza que el mismísimo Severus Snape nos haya tenido que mandar una lechuza porque se te antoje jugar con tu rendimiento como te da la gana.
No voy a ser tan tolerante como lo he sido anteriores veces contigo, Draco. Así que te juro por el Señor Oscuro que como no subas esas notas y pongas empeño para ser el mejor de Slytherin, te enviaré directo a casa y no esperaré al verano para que te conviertas en mortífago.
Me estoy cansando de darte a elegir, así que esta es la última vez que soy comprensivo contigo. O trabajas en la escuela o lo haces en casa.
Y sabes a qué me refiero con "Trabajas en casa".
Lucius."
Esa carta había enfurecido a Draco, aunque más que furia, lo que sintió el rubio fue un pequeño ataque de ansiedad al leer las palabras de su padre. No le asustaba Lucius, de hecho, siempre había pensado que su padre era un pobre cobarde y que hace mucho tiempo que le había perdido el respeto.
