7. Visita a Hogsmeade.

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"No es bueno dejarse arrastrar por los sueños y olvidarse de vivir." —Albus Dumbledore

Jueves, 5 de Octubre de 1995

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Jueves, 5 de Octubre de 1995.

"Queridos mamá y papá:

Aquí estoy otra vez.

Si pudiera abrazaros y que supierais lo enfadada y triste que estoy ahora mismo, sería un regalo. Pero por lo visto, me tengo que conformar con escribir en un trozo de pergamino y evitar que mis lágrimas esparzan la tinta.

Si os soy sincera, no está siendo nada fácil. Y no hablo de las asignaturas ni el colegio en sí. Hablo de la gente que me rodea a diario.

Blaise me está ayudando demasiado a que todo sea más ameno, pero mi situación con Draco no cambia y creo que tengo más enemigos en Slytherin que en las otras casas.

A veces creo que soy yo, que lo estoy haciendo mal. Pero no me nace ser como todos ellos, y me da miedo a decepcionaros por eso.

La situación con Draco va de mal en peor. Él parece que me odia, no quiere escucharme y hablar con él es tarea difícil porque siempre que intentamos establecer conversación, me comen los nervios.

No sé si voy a ser capaz de realizar esta misión.

Lo siento.

Os quiere, Annie."

Eso había sido lo primero que había escrito Annie al entrar en su habitación después de el número que había montado en la cena. Sentía tanta impotencia que sus primeros impulsos fueron escribir esa carta, y que con suerte, sus padres dejaran de presionarla.

No quería fallar a nadie, mucho menos a sus padres. Sentía una gran culpa de tan solo pensar que iba a fallarles que el llanto volvía a la vez que se apaciguaba.

Sin saber qué mosca le había picado a Draco, le dio demasiadas vueltas a la situación. Pero no estuvo demasiado tiempo así ya que se negaba a que sus compañeras de habitación la vieran mal y al día siguiente se lo contasen a todo el mundo.

No era orgullo, era dignidad.

Annie dobló el trozo de pergamino para tirarlo, y lo empezó a quemar con la vela que alumbraba la habitación. No quería que ninguna prueba la culpase de que esto no era más que una mentira y que ella se traía algo entre manos.

Draco, por otro lado, no se encontraba bien. Puesto a que muchos de su casa estaban contentos de que el Draco de siempre hubiera actuado a su manera frívola con la chica nueva, él no hizo más que dejar la mesa minutos después de que Annie se fuera.

𝐋𝐎𝐒𝐓 | DRACO MALFOY | PRIMER LIBROWhere stories live. Discover now