Cuando Narcissa y Lucius le piden a Annie que ayude a Draco a encontrar el camino hacia el Señor Oscuro, ella tiene dos opciones: Lograrlo o fallar en el intento.
❝Quise tocar el fondo de tu alma a base de mentiras.
No supe que acabaría tan mal hast...
"La fuerza de tus convicciones determina tu éxito, no el número de tus seguidores." —Remus Lupin
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La visita a Hogsmeade había ido mejor de lo que Annie hubiera imaginado.
Tras entrar a fondo en una charla en la que los cinco acabaron riendo a carcajadas y responder a las preguntas de sus nuevos amigos acerca de su familia, Harry sintió que podía confiar cada vez más en ella.
Al final del día, Ron acabó por comerse sus palabras y admitir frente a Hermione una vez solos en la sala común que como siempre, ella tenía la razón. Annie no era como una Slytherin normal.
Si era cierto la historia de la familia de Annie, Harry no podía dudar en que sería una buena idea que una chica tan inteligente y buena en hechizos como ella, participase en el grupo que querían formar para prepararse contra las artes oscuras. Contra Lord Voldemort.
Annie sentía la confusión rondar por su cabeza al haber pasado un tan buen rato con ellos en una sola tarde. Se había reído más de lo que lo había hecho desde que entró en Hogwarts con los de su casa, y de la comodidad, ni hablar. Sumaba puntos el hecho de que ninguno criticase a otras casas y que los temas de conversación eran por completo de interés para todos.
Hacía mucho que Annie no encontraba algo así, quitando a Blaise, claro está. Con él había sido el único que se había reído y sentido así en todo el período de adaptación que llevaba en Hogwarts.
Agradeció que por un día pudo olvidarse del tema de Draco, de los exámenes, del favor de los Malfoy y de absolutamente todo. Es como si hubiera bajado de esa nube de madurez y se hubiera sentido una adolescente por primera vez en mucho tiempo.
Feliz y libre.
Los rumores de que habían visto a Annie con el trío de oro no tardaron en expandirse por Hogwarts como si de pólvora se tratase. A ella le dio igual desde el principio, hasta que pensó si sus padres se enterarían de ello y eso le causaría un problema mayor.
Ignoró todo tipo de comentarios durante el primer día en la sala común y bajó a desayunar junto a casi todos los demás, abandonando las mazmorras y sentándose con Blaise en el gran comedor.
Echó en su plato lo mismo de cada mañana, variando con las frutas de temporada y privándose de tomar café como lo hacían varios compañeros para mantenerse despiertos por las noches.
A diferencia de cómo había estado con sus nuevos amigos en Hogsmeade, Annie ahora estaba completamente callada. La conversación que tienen los Slytherin entre ellos no hace más que aburrirla y eso Draco es capaz de notarlo.
Él, que se mantenía a unos puestos a la derecha en el lado contrario de la mesa, aprovechó que podía observarla de frente para así analizarla. El hecho de que ella le hubiera pegado ese corte antes de marcharse a Hogsmeade le había dolido, sí, no podía negarlo.
