Cuando Narcissa y Lucius le piden a Annie que ayude a Draco a encontrar el camino hacia el Señor Oscuro, ella tiene dos opciones: Lograrlo o fallar en el intento.
❝Quise tocar el fondo de tu alma a base de mentiras.
No supe que acabaría tan mal hast...
"Si yo tuviera hijos, me alegraría que entregaran la vida por el Señor Tenebroso." —Bellatrix Lenstrange
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Cuando los pájaros comenzaron a cantar y había indicios de que el sol iba a salir por el este, Annie se removió en su cama y mientras dormía, la conversación de anoche parecía estar metida en sus sueños.
¿De verdad no conoces lo que pasó con Millicent Bulstrode y su familia? ¿Pero tú en qué mundo vives?
Las risas de ambas compañeras de habitación de Annie retumbaban en su cabeza, logrando que su cuerpo se moviera en la cama y cerrase sus ojos con fuerza. No sabía cuándo el sueño había sido interrumpido por una situación tan desagradable, pero la escena de cómo una familia era asesinada por un maleficio asesino a manos del Señor Oscuro obligó a que Annie se levantase de golpe para cortar su pesadilla.
Los ojos de Annie recorrieron el lugar y se dio cuenta que sus dos compañeras seguían completamente dormidas. Con el corazón a mil y el pecho que subía y bajaba, se giró hacia Sora y dejó sus dedos en la jaula mientras que pensaba desconcertada el sueño que había tenido.
Nuevamente, se negaba a creer que se esa sarta de mentiras hubiera sucedido el verano pasado.
Angustiada por estar en la cama una vez más, vio que su reloj de mesilla marcaba las seis y cuarto de la mañana, por lo que todavía tenía tiempo para dormir. Pero no se volvió a acostar, sino que se levantó y cogió su uniforme con ahora toques de verde y negro para darse una ducha y ponérselo en el baño.
Cuando está lista para salir, camina con cuidado entre las camas de sus dos compañeras que duermen profundamente y cierra la puerta a sus espaldas una vez sale del dormitorio. No piensa que va a encontrarse con alguien a estas horas, la verdad, pero el sentimiento de querer recorrer un poco el castillo para conocerlo es mayor.
Muy en su interior, sabe que esa no es la verdadera razón. Simplemente es que no quiere darle vueltas a la historia que le han contado y al sueño que ha tenido esta noche.
Bajaba un poco distraída a la sala común cuando una leve respiración llamó la atención de Annie y posó sus ojos en la persona de cabellos rubios que estaba sentado en el gran diván de la sala común. Parecía estar metido en lo que estaba haciendo, pues no había escuchado las pisadas de Annie y seguía sin percatarse de su presencia.
Annie se quedó un momento parada mientras lo miraba, Draco parecía estar escribiendo en un diario forrado en cuero. Su pluma se movía rápidamente aunque a veces sus dedos palpaban el papel, dando pequeños golpecitos en signo de duda y nerviosismo.
Como si estuviera queriendo plasmar los sentimientos en el diario y no supiera por dónde empezar.
La castaña sabe que no se puede quedar mucho tiempo más parada como una acosadora detrás de él, y si sale de la sala común, haría ruido y aun así, Draco se daría cuenta de que alguien había estado ahí. Por lo que decidió carraspear su garganta y atraer la atención del joven Malfoy, que cerraba su especie de diario y la miraba.
