1° - Destiny, la nueva Winchester(SPN Fanfic)

Capitulo 18

Destiny

Una voz en mi cabeza me despertó de sobresalto. Estaba cien por ciento segura que alguien gritaba ayuda haya afuera. Saque mi celular de abajo de la almohada para mirar que hora era. El reloj en la pantalla digital me indicaba que eran las seis de la mañana. Era muy temprano para mi gusto. Pero algo me inquietaba, sentía la necesidad de salir a buscar esa voz que me pedía ayuda constantemente.

Me dije a mi misma "cámbiate y sal de aquí sin hacer ruido" y cuando apenas me iba a levantar para ir al armario, me acorde que ni siquiera estaba en mi casa, y no tenía ropa. Después de salvar a ese algo tendría que salir a una Boutique a comprarme algo. Me puse mis converse y abrí la puerta lo más lento que pude para que no hiciera ningún ruido. Al llegar a la puerta principal y salir al aire libre, cante victoria. Había podido salir sin que nadie se diera cuenta. Ya me sentía todo un James Bond.

El aire afuera era helado gracias a que era diciembre. Y aun no salía el sol. Pronto seria navidad y ya no tendría a Crowley para festejar. Aunque ahora poda festejar mi primer navidad con Dean y Sam. Que prácticamente ya eran mi familia, al menos así era para mí. Y al perder a Crowley, gane a Zac. No me podía quejar, aunque nadie ocuparía el lugar de Crow. Camine por lo que me pareció unos veinte metros y me detuve. Mire para el bosque que estaba a un lado mío. Se veía siniestramente aterrador y oscuro. Pero sabía que encontraría lo que buscaba allí adentro.

Ya no lograba ver por donde había entrado. Adentro del bosque era como me imagine. Árboles secos y hojas en el suelo. Un ruido llamo mi atención hacia mi lado izquierdo. Y cuando apenas me iba acercar para ver que o quien era, una mano se puso en mi boca para que no pudiera hablar, y otra mano me rodeo la cintura para moverme.

Creo que estaba a punto de entrar en pánico pero el vampiro (si era un vampiro, lo puedo sentir. Y no tiene malas intenciones) me empieza a susurrar al oído que no me hará daño. Que solo está huyendo de unos cazadores que andan cerca, que no haga ruido. Gracias a que en invierno amanecía tarde, no pudieron vernos. El vampiro nos había escondido detrás de un árbol.

Después de unos largos minutos los cazadores ya se habían ido lo suficientemente lejos como para vernos. El vampiro primero quito su mano de mi boca para colocarla junto a la otra, en mi cintura, haciendo que me pusiera nerviosa. Me di la vuelta y aun así no quito sus manos de mí. Era un poco alto, por lo que tuve que mirar hacia arriba y poderle ver la cara.

Tenía los ojos de color almendra y el pelo de color negro. Nos miramos fijamente los dos a los ojos por lo que para mí fue eterno, hasta que el rompió el silencio dándome las gracias por no entrar en pánico y no lograran descubrirlo. Me sonrió, y en ese momento me pareció la sonrisa más bonita que había visto en mi vida. Soltó mi cintura y retrocedí dos pasos.

- ¡Eres un vampiro! - le digo directamente y sin rodeos – ¿porque no me has atacado? -

- porque hago lo posible para no ser un monstruo completo – me lo dice con una mirada realmente triste. Lo que me confirma que mi cabeza no estaba equivocada. Este chico aparentemente de la misma edad que Zac no quería ser vampiro. Era una víctima más de lo sobrenatural. El pedía ayuda en su cabeza y por alguna razón fui yo la que lo escucho -

- ¿no querías ser esto cierto? - doy un paso a el -

- no – se pasa una mano por su cabeza – ¿porque no me tienes miedo? -

- porque sé cómo te sientes – le digo sinceramente – y yo te puedo ayudar – creo que era esto lo que tenía que hacer. Cuando les dije a los chicos que seriamos algo así como los cuatro fantásticos sabía que no seriamos cuatro. Y no es porque éramos tres, sino porque en el corazón sabía que estaba destinada a encontrarme con mas que con Zac -

- Nadie puede ayudarme – y cierra el espacio que nos separaba. Lo tengo demasiado cerca – nadie puede hacer nada por mí -

- yo si – no quiere hacerse ilusiones y por eso no quiere aceptar que cabe la posibilidad de que si lo pueda ayudar – solo déjame intentarlo. Nos miramos por unos segundos más y luego el solo asiente hacia mí.

Esa es mi señal. Coloco mi mano en su pecho y cierro los ojos para concentrarme. Siento como su pecho sube y baja por su respiración, luego siento sus latidos en la palma de mi mano. Me lo imagino así como me imagine a Zac; concentrándome en que solo desaparezca esos colmillos y las ganas de beber sangre. Me concentro en solo dejar esa fuerza, rapidez y demás cosas que tienen los vampiros. Lo hago como Zac. Una nueva especie humana por así decirlo. Veo como una luz empieza aparecer y creo que es densa porque aun con mis parpados cerrados la veo. Después de un minuto, la luz desaparece y todo se vuelve negro.

Josh

Fuimos a todas las tiendas de comida cercanas, todas las boutiques que había, todos los parques. Habíamos recorrido la ciudad entera y no había nada de Des, como si se la hubiera tragado la tierra. Estaba más que furioso y asustado, estaba desesperado porque Des no contestaba el celular, ni siquiera los llamados que le hacía telepáticamente. Miles de ideas pasaban por mi cabeza de lo que había pasado, haciendo que me asustara más. Todos habíamos salido a buscarla. Éramos cuatro buscando a una y no podíamos dar con ella. ¿Y si algún ser sobrenatural la había atrapado? ¿Matado? ¿Si la están torturando?

Después de dos horas de buscarla Dean sugirió que regresáramos al bunker, que cabía la posibilidad de que ella hubiera llegado. Y apenas nos íbamos a subir a nuestros carros cuando el teléfono celular de Dean sonó. No podía oír lo que contestaba al teléfono pero veía que estaba más preocupado que antes de contestar esa llamada. Cuando colgó nos indicó que lo siguiéramos y así lo hice. Zac que estaba en el asiento del copiloto no dejaba de rezar. Si, rezar. Estaba rezando para alguien del cielo la estuviera protegiendo y no le pasara nada.

Al ver que Dean parqueo en un hospital la preocupación empezó de nuevo. ¿Porque estábamos en un hospital? Al reunirnos los cuatro Dean nos explicó a Zac y a mí que le habían hablado del celular de Des informándole que estaba aquí en el hospital. No deje que terminara de decir lo que está diciendo, al escuchar que ella estaba aquí simplemente salí corriendo al interior del hospital. Al llegar con la enfermera y darle el nombre de ella me indico en que habitación la tenían.

Corrí al elevador y apreté el botón hacia el piso tres donde se encontraba, y antes que este se cerrara, Zac, Sam y Dean entraron apresurados al elevador. Cuando dimos con su habitación estaba saliendo el doctor de ella.

- ¿ustedes son los familiares de Destiny? - pregunto el doctor al vernos

- si – contestamos los cuatro al unísono -

- bien – continuo el doctor – la joven solo sufrió un colapso por el estrés. Le dimos algunos medicamentos para que esté tranquila y relajada. En cuanto despierte se podrá ir a casa – regalándonos una sonrisa se disculpó y se fue.