||Capitulo Tres||

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 →𝐇𝐨𝐠𝐰𝐚𝐫𝐭𝐬, 𝟏𝟗𝟗𝟏.

—Me muero de hambre —en cuanto se sentaron, Kiara se llevó la primera tostada a la boca.

—¿Puede alguien repetirme el horario de hoy?

—Pociones, Historia de la Magia, tiempo libre, almuerzo, Transformaciones y Encantamientos —dijo Blaise, logrando así que Max dejase ver una mueca.

—Me lo esperaba más leve, la verdad.

—Tampoco creo que sea para tanto, ¿no?

—Definitivamente no es para tanto —Jared, el mayor de los Archer pasó por detrás de ellos acompañado de Ian—. Esto es solo un... Pequeño paseo, por decirlo de alguna manera.

—¿Qué tal la primera noche? —preguntó Ian mirando a los tres niños.

—Yo caí rendida en la cama —reconoció Kiara—. Aunque sí que es verdad que me he despertado antes de lo que debería. Los nervios me juegan malas pasadas.

—Confirmo eso —corroboró Maxine con la boca llena.

—¿Mamá no te enseñó que no se debe hablar cuando tienes comida en la boca, enana? —le dijo su hermano.

—¿Y a ti no te enseñó a no meterte en conversaciones ajenas?

—Golpe bajo —murmuró Ian, recibiendo un leve codazo en el costillar por parte de su mejor amigo.

—Un día de estos pienso ahogarte en el Lago.

—Adelante, no voy a ser yo la que te lo impida —Jared revolvió el cabello rojizo de su hermana pequeña y siguió con su camino.

—Es muy curioso.

—¿A qué te refieres, Blaise?

—A que vuestros hermanos son mejores amigos, y vosotras estáis empezando a forjar una amistad —las chicas se miraron y sonrieron.

—Supongo que es cosa del destino, ¿no? Igual que estemos en la misma casa los tres.

—Pues no te digo yo que no.

—Venga, desayunemos ya. No quiero llegar tarde el primer día.

—A eso se le llamaría empezar el curso de mala manera.

—Totalmente.

Mientras continuaban con su desayuno, estuvieron hablando sobre sus diferentes gustos, de qué había sido para ellos recibir la carta de Hogwarts y de todo en general. Una vez que terminaron de desayunar, recogieron sus cosas y fueron caminando tranquilamente hacia el aula de Transformaciones.

—Buenos días, Malfoy —dijo Kiara al pasar por su lado—. Me gustaría saber a qué hora te levantas para peinarte así por las mañanas.

—Todo sea por mi pelo, ¿a que me queda bien?

—Creo que te quedaría mejor al natural —Kiara ladeó ligeramente su cabeza al mirarle—. Podrías probarlo algún día.

—Eh, ni de broma lo haré —la morena se encogió de hombros.

—Solo era una sugerencia. No lo descartes —le dio un leve choque con el hombro y él rió—. Me has caído bien, ¿sabes? Aunque te metieses con Ron Weasley el primer día.

—Son una deshonra.

—Y tú un cabezota, y nadie te dice nada. ¿Por qué no has desayunado con nosotros?

—Estaba con Crabbe y Goyle —respondió con indiferencia.

—Bueno, puedes comer con Blaise, Max y conmigo después. Si quieres, claro.

Halo ||Draco Malfoy||Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz