Halo ||Draco Malfoy||

||Capitulo Dieciocho||

 →𝐇𝐨𝐠𝐰𝐚𝐫𝐭𝐬, 𝟏𝟗𝟗𝟒.

—¡Mira, qué pasada!

—Solo son caballos con alas —Andrew frunció el ceño al verlos.

—¿Pero qué dices? —ajena a la conversación de sus amigos, notó que alguien se ponía detrás de ella. Giró ligeramente su cabeza para ver de quién se trataba, y cuando lo descubrió, reprimió una sonrisa.

—Este verano te ha servido para crecer.

—Y a ti para encoger.

—Eh, no te pases.

—Otro año más aquí —Maxine sonrió—. Bienvenidos a casa, mis niños.

—¿Listos para cenar?

—Sabes que sí —cuando sus amigos comenzaron a caminar, Kiara se dio la vuelta para encarar a Draco.

—Te queda muy bien el traje negro —el joven no pudo evitar que una media sonrisa se posase sobre sus labios.

—A ti también te queda bien el negro —respondió, haciendo referencia al jersey y a los pantalones que llevaba la joven—. Creo que tú y yo tenemos una conversación pendiente, Sanderson —dijo el rubio, metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—¿Seguro? Yo creo que no.

—Oh, te digo yo a ti que sí —dio un paso hacia ella, quedando así a escasos centímetros.

—Vas a tener que recordarme el por qué —sin poder evitarlo, Draco se mordió el labio inferior.

—No hagas que me lo plantee, morena.

—No sería yo la que te lo impidiese —tras aquella respuesta, ambos se quedaron en silencio. Sus amigos, que les observaban desde la lejanía, podían percibir que la tensión podía cortarse con un cuchillo.

—Hagamos una apuesta.

—Venga, me juego diez galeones a que cuando termine el curso están juntos —dijo Maxine.

—Quince a que empiezan durante el verano —añadió Andrew.

—Yo tiro más para lo que ha dicho Max —Pansy se posicionó al lado de su amiga.

—Yo también —corroboró Zabini—. ¿Nott?

—Me sumo. E incluso, me atrevería a decir que será dentro de poco. No digo fechas porque ya me estaría viniendo demasiado arriba.

—¿Cuánto pones tú?

—Veinte.

—Como nos gusta tirar el dinero —Andrew soltó una carcajada.

—Hecho —entre todos, estrecharon sus manos. Primeramente, fueron hacia su casa, donde se cambiarían de ropa y se pondrán el uniforme del colegio.

—¿De qué hablabas con Draco? —preguntó Max con curiosidad.

—Nada importante, ¿por?

—No, por nada. Es que os hemos visto muy juntitos y eso —Archer miró a Pansy, que intentaba contener la risa mientras se abrochaba los botones de la camisa.

—No hay de qué preocuparse, todo está bien.

—No, si de eso no hay la menor duda —murmuró Parkinson. Kiara, al oírla, le lanzó un cojín—. ¡Eh, que me estoy vistiendo!

—¿Pero podemos saber de qué habéis hablado al menos?

—De nada, te lo acabo de decir —respondió obvia. Ante la mirada inquisidora de sus amigas, suspiró frustrada—. Os odio muchísimo.