Halo ||Draco Malfoy||

||Capitulo Veinte||

 →𝐇𝐨𝐠𝐰𝐚𝐫𝐭𝐬, 𝟏𝟗𝟗𝟒.

—¿Os ha llegado el correo esta mañana? —preguntó Pansy acercándose a sus amigas.

—Miedo me da ver lo que me han mandado mis padres —Maxine hizo una mueca de disgusto.

—Ten un poco de fe, mujer —delante de ellas, se pusieron los chicos.

—Es que el estilo de mi madre es muy diferente al mío.

—Oye, Kiara —la chica alzó su vista al oír su nombre.

—Neville —le sonrió dulcemente antes de levantarse y acercarse a él—. ¿Qué ocurre?

—Nada, solo... Sólo quería darte las gracias, por decirle al profesor que dejase de utilizar la maldición —en la última clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, el profesor Moody les mostró las tres maldiciones imperdonables. Al ver la incomodidad en la cara de Longbottom, la morena le pidió que parase de utilizar la Cruciatus, algo que, como consecuencia, trajo consigo que el profesor matase a la araña en la mesa de la chica utilizando la peor de todas, Avada Kedavra.

—No ha sido nada. Vi que lo estabas pasando mal y... Me caes demasiado bien como para verte así.

—¿Te caigo bien? —preguntó sorprendido.

—Claro que sí. Y no te preocupes por lo de clase, de verdad. Se estaba pasando un montón y... A mí me estaba poniendo mal verte a ti así.

—No pensaba que fueses así, de verdad.

—Ya, sé que desde fuera parezco más borde, pero no es así —ambos rieron—. Si necesitas cualquier cosa, solo tienes que pedírmelo.

—Gracias, Kiara.

—No es nada. Y llámame Ki —el chico le sonrió, caminó hacia donde estaban sus amigos, y ella volvió con los suyos—. Creo que es de los que mejor me caen de esa casa. Junto a los gemelos, claramente.

—¿Ese no es tu hermano?

—¿Qué? —desvió sus ojos hacia el caliz—. Oh, no, no, no —rápidamente se levantó y fue hacia él—. ¡Eh! ¿Qué haces? ¿Te has vuelto loco?

—¡Eterna gloria, Ki! —respondió Ian—. Imagina que salgo elegido y que gano el torneo, ¡sería maravilloso!

—No lo intentes, yo he intentado convencerle ya —Ashley se colocó al lado de su hermana pequeña—. Jared y él quieren participar.

—Oh, no —miró a su mejor amiga.

—Vamos, no me jodas —dijo Max desde su asiento.

—Ian, por favor —la menor de los Sanderson volvió a mirar a su hermano—. Olvida esto, ¿si?

—Tal vez... No.

—¡No! —exclamó Kiara al ver como su hermano echaba un papel con su nombre en el cáliz— ¡Ian!

—¡Solo es un Torneo, Ki! —el chico rió—. Además, las posibilidades de que me elijan son casi nulas. No te quejes tanto.

—Qué mal me caes a veces.

—Ya, eso dices siempre —Ian le revolvió el pelo, y abandonó el Gran Comedor junto a Jared, que había hecho lo mismo que él.

—Ya sabes como es. Peor no te preocupes, no tiene tanta suerte como para que le elijan en esto —comentó Ashley—. ¿Ya tienes pareja para el baile?

—Sí, voy a ir con Draco —una mueca picaresca se instaló en el rostro de la mayor—. ¿Qué?

—Os estoy viendo muy juntitos este año.