||Capitulo Doce||

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 →𝐇𝐨𝐠𝐰𝐚𝐫𝐭𝐬, 𝟏𝟗𝟗𝟑.

—A ver, déjame probar.

—Maxine, no puedes leer el futuro con la bola de cristal.

—Si tú lo dices...

—Bienvenidos, queridos. En este cuarto exploraréis el noble arte de la Adivinación. En este cuarto descubriréis si sois poseedores de la Visión —la profesora Trelawney, al levantarse, se dio un golpe con la mesa, provocando así la risa de los alumnos—. Soy la profesora Trelawney. Juntos, vamos a sumergirnos en los misterios del futuro —estaba realmente emocionada—. Este trimestre nos centraremos en la Taseomancia, o el arte de leer los posos de té. Por favor, coged la taza de aquel que tengáis al lado —Kiara cogió la de Max, y viceversa—. ¿Qué veis? La verdad yace oculta como una frase en el abismo de un libro esperando ser leída. Pero antes, debéis abrir vuestras mentes. Antes debéis mirar más allá.

—¿Tú ves algo? —le preguntó la morena en un susurro.

—La verdad es que... No.

—¿Sabéis? A mí lo que me gustaría aprender es el rollo este de leer las mentes —dijo Andrew, captando la tención de sus amigos—. ¿Cómo se llamaba?

—Oclumancia —respondió Nott sin darle importancia, ya que estaba concentrado en intentar descifrar lo que había en la taza de su amigo.

—No, la Oclumancia sirve para que nadie entre en tus pensamientos —especificó Draco—. Lo que dice Drew se llama Legeremancia.

—Bueno, eso. Me habéis entendido. Pero estaría muy guay.

—A mí también me gustaría aprenderlo —admitió Kiara—. Sobretodo para saber qué se te pasa por la cabeza, Malfoy.

—Ya quisieras tú entrar en mi mente, Sanderson.

—Pues la verdad es que sí, no te voy a mentir. Me muero de curiosidad por saber en qué piensas.

—Yo digo que piensa en ti, pero no lo admite —respondió Zabini.

—¿Como tú en Maxine?

—Mira, Nott, te prometo que como vuelvas a mencionar algo de ese estilo, te meto una escoba por el... —las palabras de la pelirroja se vieron interrumpidas por el quejido ahogado de la profesora.

—Oh, mi pobre niño... Muchacho, tú tienes el Grim —los chicos se miraron entre ellos, ya que no tenían muy claro cuál era su significado.

—¿Crin? ¿Tiene una crin?

—No crin, idiota. El Grim. "Adopta la forma de un perro espectral gigante. Uno de los más oscuros augurios en nuestro mundo. Es un presagio de muerte" —leyó un chico de Gryffindor.

Todos se quedaron en silencio, y después de aquel incómodo momento, abandonaron aquella clase para poder empezar la siguiente. Cuidado de Criaturas Mágicas.

—Un presagio de muerte. Vaya tontería.

—Esta asignatura es incierta —dijo Parkinson—. Incluso Dumbledore quiso quitarla antes de que la impartiese esta profesora.

—Por algo sería —dijo Goyle—. Menudo coñazo, me estaba quedando dormido.

—Eso es sufrimiento asegurado. El simple hecho de notar que se te cierran los ojos es lo peor que puede llegar a suceder en mitad de una clase.

—Venid, acercaos —Hagrid captó la atención de sus alumnos—. Menos charla, por favor. Tengo algo extraordinario para hoy. Una gran lección, seguidme —acataron aquella orden, y caminaron hacia donde darían esa clase.

Halo ||Draco Malfoy||Onde histórias criam vida. Descubra agora