||Capitulo Treinta y Seis||

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 →𝐇𝐨𝐠𝐰𝐚𝐫𝐭𝐬, 𝟏𝟗𝟗𝟖.

—¿Te soy sincero? He querido taparte la boca con cinta aislante ahí fuera —le dijo Drew.

—Perdón por querer seguir viva. ¡Era lo más sencillo! Si alguien le entregaba, nos dejaría en paz. No quiere otra cosa. Vamos, no me digáis que no habéis pensado lo mismo que yo.

—No te voy a negar eso, porque es cierto. ¡Pero no se dice en…! —Blaise se vio interrumpido por una explosión en las mazmorras. El humo les hizo toser.

Pronto todos los alumnos comenzaron a huir, y ellos no iban a ser menos, aunque Max y Kiara tenían muy claro a dónde iban a ir

Todo estaba lleno de mortífagos, y estaban destruyendo la escuela.

—¿Dónde demonios estarán?

—No lo sé.

—¿A dónde creéis que vais? —un hombre se puso delante de ellas, con una sonrisa arrogante en su rostro.

—¿Y a ti qué coño te importa? —dijo Kiara entre dientes.

—¿Tan bonita y tan mal hablada? Oh, qué preciosidad… —les apuntó con su varita— Una pena que vayáis a morir tan jóvenes.

—No te adelantes. ¡Avada Kedavra! —Max se sorprendió al oírla, pero en cuanto aquel mortífago cayó delante de ellas, le dio un sonoro beso en la frente.

—No sabes lo jodidamente orgullosa que estoy de ti ahora mismo.

—Ven, vamos por aquí —Kiara agarró su mano y comenzaron a correr por los pasillos. Esquivaban hechizos, mataban a más mortífagos… Aquello era cuestión de vida o muerte.

Las dos gritaron cuando unos cuerpos salieron volando de la Sala de los Menesteres, obligándolas a frenar.

—¡Blaise! —Maxine rápidamente fue a por su chico y le ayudó a levantarse— ¿Estás bien?

—Sí, sólo ha sido un golpe.

—¿Draco? —el rubio la miró cuando se levantó del suelo.

—Kiara —directamente se abrazaron, y se sintieron completos en aquella acción.

—Tenemos que salir de aquí. Joder, vamos —los cuatro se marcharon corriendo.

—¡Espera, espera! —Kiara dejó de correr— Me estoy mareando.

—Kiara, vamos —Malfoy agarró su mano—. Sigue corriendo.

—Te estoy diciendo que… —dejó de hablar en cuanto un carroñero se puso delante de ellos.

—Una buena cacería, sí señor —musitó—. Creo que la morena quiere ser la primera. ¡Avada Kedavra!

—¡No! —Kiara cerró sus ojos, esperando aquella maldición que nunca llegó. Nadie hablaba, y al abrirlos de nuevo supo el por qué.

Se le llenaron de lágrimas, miró a aquel carroñero. La ira estaba inundando su cuerpo. Comenzó a lanzarle hechizos, su respiración estaba acelerada. Y le vio morir.

Cayó de rodillas delante del cuerpo inerte de su padre. Él había recibido aquella maldición, había muerto protegiéndola. Se tapó los oídos, era otro mensaje de Voldemort.

Habéis luchado con valor. Pero en vano. No deseo esto. Cada gota de sangre mágica derramada es una terrible pérdida. Por tanto, ordeno a mis fuerzas que se retiren. En su ausencia  deshaceos de vuestros muertos con dignidad. Harry Potter, ahora te hablo directamente a ti. Esta noche has permitido que tus amigos mueran por ti en vez de enfrentarte a mi en persona. No hay mayor deshonor. Reúnete conmigo en el Bosque Prohibido y enfréntate a tu destino. De no hacerlo, mataré a todo hombre, mujer y niño que intente ocultarte de mí —dejó salir todo el aire que había retenido en sus pulmones.

Halo ||Draco Malfoy||Where stories live. Discover now