xxxiv. Ha vuelto

1.4K 214 65
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO;HA VUELTO

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO;
HA VUELTO






Oscuridad.

No se veía nada a través de la penumbra que la rodeaba, Eleanor no podía sentir su cuerpo, ni mover ninguna de sus extremidades. La sensación era comparable con un petrificus totallus, pero no creía haber sido hechizada. Se oían unas voces y quejidos lejanos, no lograba reconocer de quiénes se trataban con exactitud, hasta que escuchó con más claridad, sin ver nada aún, lo oyó:

—¡Hueso del padre, otorgado sin saberlo, renovarás a tu hijo! ... —un fuerte ardor se expandió dentro de su pecho, era casi insoportable, como si algo la estuviera quemando en carne viva pero Eleanor seguía sin poder hablar o moverse. Unos momentos después volvió a hablar la misma voz—. ¡Carne... del vasallo... voluntariamente ofrecida... revivirás a tu señor! —no sabía a lo que se refería la voz, pero tampoco pudo taparse los oídos para evitar oír el grito que perforó la penumbra y que atravesó a Eleanor como si ella también hubiera sentido el mismo dolor de la persona. Después oyó un golpe contra el suelo, oyó los jadeos de angustia, y luego el ruido de una salpicadura que le dio asco, como de algo que caía dentro del agua.—. Sa... sangre del enemigo... tomada por la fuerza... resucitarás al que odias.

Eleanor sintió la punta de una navaja filosa penetrar en el pliegue del codo del brazo derecho, y la sangre escurriendo por la manga de la rasgada túnica. Quería emitir un sollozo dolorido pero no pudo, de sus labios no salía nada. Luego, la penumbra comenzó a ser más clara, poco a poco distinguía ante sus ojos una horrible escena. El corazón comenzó a latir tan desesperadamente que en un instante creyó que saldría de su pecho, su respiración se volvió jadeante.

El cuerpo de un traidor que reconocería en cualquier parte, cayó de rodillas al lado de un caldero gigante, del cuál desprendía humo blanco. Colagusano se desplomó de lado y quedó tendido en la hierba, agarrándose la brazo ensangrentado... No, no, era un muñón... Él se lo había mutilado. Estaba sollozando y dando gritos ahogados...

El caldero hervía a borbotones, salpicando en todas direcciones chispas de un brillo tan cegador que todo lo demás parecía de una negrura aterciopelada.

Warrior ⟶ b. weasley ¹ (EDITANDO) Where stories live. Discover now