xxxii. La maldición Potter

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CAPÍTULO TREINTA Y DOS;LA MALDICIÓN POTTER

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CAPÍTULO TREINTA Y DOS;
LA MALDICIÓN POTTER





Estaba confundida pero eso no era nada en comparación a la sensación de emoción que le invadió al ver el hermoso océano de su mirada. Él estaba allí, por ella, aún cuando se suponía debía estar enfadado por lo sucedido en la cena navideña en la cabaña de Sirius. Pero allí estaba, luciendo tan guapo como nunca, con su brillante cabello pelirrojo recogido en una coleta y su atuendo casual digno de un rockero muggle, con el estampado de una banda que reconoció como «The Beatles» en su camiseta negra. Bill no apartó la mirada de los orbes chocolates de Eleanor incluso cuando tenían todas las demás puestas encima suyo, sólo se mantuvieron mirándose como si no creyeran que estuvieran allí parados el uno frente al otro.

El carraspeo de Sirius hizo que los jóvenes parpadearan pero sin abandonar del todo la vista del otro temiendo que en cualquier momento desaparecieran.

—Hay una cafetería aquí cerca y venden unas deliciosas donas —anunció Sirius con una sonrisa gigante mientras señalaba la puerta y empujaba a Bill dentro del departamento—, creo que deberíamos ir por unas mientras dejamos que ellos hablen a solas.

Una oleada de alivio se reflejó en el rostro de los adultos que sentían por la sugerencia del animago, lo que más querían era alejarse de esa nube de tensión que se había creado con la repentina llegada del primogénito Bill Weasley.

—¿Una cafetería muggle? —preguntó el señor Weasley sin ocultar su emoción. Hasta el momento, era el único que no se había dado cuenta de nada—. ¡Yo quiero ir!

—Muy bien —dijo Remus, palmeando con cariño y apoyo el hombro de Eleanor, antes de ser el primero en salir.

Como si se tratara de una perfecta excusa para huir, todos salieron rápidamente detrás del hombre lobo a fuera del departamento. Eleanor busco la mirada del animago con un claro mensaje de: «No te atrevas a dejarme sola». Pero ya era muy tarde, Sirius se había encargado de hacerlos caminar más deprisa y poco antes de que pudiera cerrar la puerta por completo, Black que se encontraba muy divertido con la situación, les guiñó un ojo a los dos jóvenes que solo provocó una mirada asesina en Eleanor y una sonrisa incómoda en el pelirrojo.

Warrior ⟶ b. weasley ¹ (EDITANDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora