Experimenta Conmigo [+18] ✔️ (COMPLETA)

S E I S | E S C A B U L L I R S E

"Necesitaba esconderme. Sentía que alguien me estaba descubriendo y tenía miedo de que ese alguien le hiciera el mismo daño que me hacía a mí"

Abby.

—¿Te apetece quedar más tarde, después de clases? —dijo uno de los universitarios con los que estuvo Mike una tarde.

Pero Mike tenía otros planes.

—No me apetece. ¿Otro día quizás? —cuestionó y este asintió con una sonrisa en el rostro.

Entonces, cuando levantó la vista de su mochila, ya que se encontraba guardando sus libros, vio como pasaba a toda velocidad la joven de ayer, Abby, tras echarle un vistazo rápido a ese hombre para que no la viera y así poder escabullirse. Y sonrió al verla, porque llevaba toda la mañana buscándola y para tener la taquilla y la clase al lado, no se veían a menudo. Pero Mike haría lo imposible para poder verla mucho más.

Tomó su mochila y salió corriendo de allí, caminando a zancadas por los pasillos y quedándose quieto al ver que Abby estaba en su taquilla, algo escondida. podría decirse que parecía que lo estaba evitando, pero de esa forma no lo conseguiría.

Entonces fue ahí cuando Mike se arregló la chaqueta de fútbol junto con su pelo rubio y caminó hacia ella con algo de chulería.

Pegó su mano en la taquilla de al lado y dejó sin escapatoria a esa muchacha tímida, quien se sonrojó al oler ese perfume tan rico que se solía poner siempre ese hombre bien cuidado físicamente.

Y Mike amó tener a esa mujer que era mucho más bajita, a su merced, mirando hacia arriba estirando su cuello y sonrojándose por tenerlo cerca.

Eso hacía que Mike sintiera cosas con su buen amigo que intentaba despertarse, cosa que siempre podía controlar, pero ahora no.

—¿Escabulléndote de mí? —cuestionó, acercando su rostro al de ella y poniéndola aún mucho más roja.

—No, no te esperaba así... —dijo asustada, pero también algo acalorada sin comprenderlo.

Elevando una ceja y haciendo que ella tragara en seco, oyéndolo él de nuevo como el día anterior.

—Lo siento, tengo mucha prisa —dijo, cerrando la taquilla y pasando debajo de su brazo para escaparse de nuevo.

Pero esta vez él elevó un poco la voz, haciéndola parar en medio del pasillo.

—¿Por qué me evitas? —preguntó.

Y Abby se quedó callada por ello. No sabía que contestarle.

Tampoco es que lo estuviese evitando demasiado, pero lo necesitaba porque lo último que quería es que el tipo más reputado también se burlase de ella en cuanto supiera lo que tiene. Y tragó en seco, sin saber que contestarte.