Experimenta Conmigo [+18] ✔️ (COMPLETA)

V E I N T I N U E V E | G A R A J E

"Me tragué mi propia inseguridad para poder hablar con él o, al menos, explicarle las cosas. Y quizás aún no estaba preparada para abrirme sobre mis sentimientos por él, pero si estaba lista para demostrárselo"

Abby

Abby, tras tomar el primer autobús que encontró y caminar por un largo camino hasta llegar a la casa de Mike, apretó la mandíbula con nerviosismo. Hacía dos semanas que Mike ni le había vuelto a dirigir la palabra, por consiguiente, ni siquiera se había acercado ni a Johanna ni Jonathan, porque no quería molestar a Mike para que así estuviese tomándose el tiempo que necesitaba de estar lejos de ella.

Temía que no querría volver a tener una amistad con ella. Sabía que no había hecho nada malo, pero no comprendía porqué sentía que Mike quizás no confiaba en ella.

Y, lejos de que estuviese enamorado de él, si dejaban esa relación de sexo al menos prefería tenerlo de amigo antes que no tenerlo. Abby sabía que jamás podría ser novia de Mike. Ella era solo un experimento para que él experimentase con chicas y ese era el miedo de ella, que simplemente fuese un experimento para él.

Y no entendía porque las palabras de su madre resonaban en su mente día y noche. ¿Acaso Mike realmente estaba enamorado de ella? Lo dudaba la joven, pero de ser así, las cosas encajaban.

Observó que el garaje de la casa del joven estaba abierto y, mientras se acercaba, veía que Mike estaba dentro, pegándole a un saco de boxeo sin camisa y con un rostro que jamás había visto en su vida. Era una mezcla de enojo y tristeza, mientras pegaba un gancho de izquierda y otro de derecha con toda su furia, viendo como los músculos de Mike se movían por cada movimiento que la dejó embobada.

Pero negó con la cabeza porque había llegado hasta ahí, escapándose de su casa para poder hablar con ese rubio con seriedad.

Se acercó y se quedó en medio de la puerta del garaje mientras lo veía a una distancia prudente, sin pretender asustarlo.

Y dijo;

—¿Así que eso haces cuando no surfeas?

Mike, tan rápido como la escuchó, dejó lo que estaba haciendo y la observó sorprendido. No asustado, pero sí con un rostro lleno de sorpresa por ver a esa mujer frente a él y, mientras su pecho subía y bajaba por la actividad que había estado haciendo.

Y ese no era el único día, llevaba dándole al saco con furia desde hacía dos semanas, esas dichosas dos semanas que estuvo sin hablar con esa joven que quería por gilipollas. Se había percatado que se había puesto así por una idiotez y de las grandes. Se había puesto celoso por un simple abrazo que Abby le había dado a Uriel.

"¿Por qué me había puesto así?"—se preguntaba él mismo desde hacía días y se arrepentía por ello. Por no haber hablado con ella y no haber cumplido el trato que ellos se habían prometido.