D I E C I S É I S | P E L I G R O

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"Sabía que, tarde o temprano, terminaría metiendo la pata, pero al ver que él no se enfada por eso, sentía que realmente yo merecía la pena

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"Sabía que, tarde o temprano, terminaría metiendo la pata, pero al ver que él no se enfada por eso, sentía que realmente yo merecía la pena... Y lo supe gracias a la confianza que él me estaba dando"

Abby

Abby, tras ayudar a Mike a hacer la merienda, colocó la mesa mientras el joven colocaba la comida en el plato. La joven jamás había sabido que los hombres hacían también en las tareas de la casa. Por supuesto que lo sabía, pero nunca había tenido el privilegio de vivirlo en persona, debido a que su padre jamás limpiaba nada en casa.

Después de ese apasionante y primer beso en la playa, Abby se sentía algo tímida y le costó mirarlo a los ojos durante todo el trayecto, pero poco a poco Mike fue dándole calor verbalmente hablando, con palabras cariñosas y pequeños chistes malos que hacían reír a la dulce Abby y consiguió lo que ninguna persona había conseguido en la vida de ella; hacerla sentir como en casa.

Y ahora, ambos estaban en la casa de él donde Abby se sentía en un verdadero hogar.

—¿Desde cuándo surfeas? —cuestionó Abby, mientras colocaba unos vasos sobre la isla de la cocina donde terminarían merendando.

Y es que Mike decidió que no quería verla sin comer como la otra vez, por lo que no le importaba ser el cocinero para ella. Amaba cocinar y se lo demostraba por esos platos deliciosos y esos pequeños detalles que solía poner en los platos como decoración.

—Desde hace años. Aunque nadie de mi círculo de amigos sabe que surfeo —contestó mientras terminaba un detalle en forma de corazón con unas verduras para el plato de esa joven que tenía frente a él.

—¿No? —preguntó ella dubitativa.

Y él asintió ante su pregunta.

—No... Tú eres la única, a parte de mi padre —se sinceró y ella se sintió una privilegiada por ello—. No me gusta contar toda mi vida a nadie, y nadie sabe todas las cosas que he vivido... —susurró, recordando cosas del pasado, y no precisamente por su libertad sexual, sino por temas familiares que querría tener enterrados siempre en su interior—. Pienso que cuanto menos sepa la gente de ti, menos se aprovecha. Y esas personas creen que soy solo una cara bonita.

Abby dejó de hacer lo que estaba haciendo para mirarlo.

Nunca se imaginó que Mike se sentiría así al estar siempre rodeado de gente. Ella siempre había estado sola y se burlaban de ella, pero había miles de formas de sentirse solo. Y Mike se sentía solo a pesar de ser el más famoso.

Y ella lo supo en ese preciso instante. Y no le gustó saber que él se sentía solo y se prometió que jamás lo dejaría solo ni lo haría sentir así.

—Para mí no eres eso. Y cada día me sorprendes más —aclaró, siendo sincera y Mike lo notó, sonriendo por ello y sintiéndose feliz por sentirse realmente querido por alguien.

Experimenta Conmigo [+18] ✔️ (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora