Experimenta Conmigo [+18] ✔️ (COMPLETA)

T R E I N T A Y S E I S | E X I L I O

"Tuve miedo. Realmente tuve miedo de perderla"

Mike

El joven observó desde la puerta como la persona a la que amaba estaba tirada en el suelo, inconsciente, con el vestido rojo que se había comprado para esa noche especial de ambos. Tenía sangre por su vestido, viéndose el contraste del rojo precioso del vestido, al rojo oscuro de la sangre.

Mike corrió hacia ella, ignorando que toda la sala estaba destrozada, como si un huracán hubiera arrasado dentro de ese lugar.

—¡¡Abby!! ¡Abby, por favor! —gritaba, cayendo de rodillas y tomándola, como si dándole calor corporal consiguiera que se despertara. Pero lo que vio fue la sangre que se escurría por un lado de su frente y por el labio. Y Mike empezó a llorar de la desesperación—. Por favor, por favor, por favor... Cariño, despierta... —susurraba, pero Abby no reaccionaba—. Dime algo.

Le acaricio el rostro, retirándole el pelo suelto de ella hacia atrás e intentando moverla suavemente. La sangre de ella, que también tenía un corte algo profundo en uno de sus brazos, se escurría hasta llegar a la camisa del joven. A Mike le daba igual ya todo, solo le importaba a la mujer que tenía entre sus brazos y que temía que estuviese sin pulso.

Llorando, intentó rezar a aquello a lo que creía que no creería, como si de esa forma lo escuchara. Solo pensaba en ella, llorando y pidiendo que la ayudase.

Fue ahí cuando escuchó unos pasos decididos hacia él a sus espaldas y Mike, sabiendo que significaba, dejo a Abby en el suelo con cuidado y se giró, para así protegerla de aquel que le había hecho eso.

—Y aquí está el hijo del idiota de Kevin... —habló Theo, caminando con el rostro enfurecido y lleno de rabia, como si Mike fuera el causante de todo aquello.

Y el joven, lleno de ira, se levantó del suelo y, con los puños apretados, dijo;

—Eres un ser...

Pero Theo no lo dejó acabar, ya que este sonrió y ahí Mike pudo ver la sangre que él tenía en sus manos, significando que Theo le había hecho eso a Abby y posiblemente a la madre de esta.

—¿Qué? ¿Qué me vas a decir? —preguntó con chulería, viéndose los dientes de ese hombre ya estropeados de no cuidárselos y caminando más amenazante hacia Mike—. Mientras estén ellas bajo mi techo, harán lo que yo les diga. —Señaló con una barra de hierro a la cual Mike no se había percatado que tenía.

Pudo ver que el joven en cuestión se asombraba por esa arma, pero no lo asustó.

Y al ver que Theo se acercaba a Abby para terminar lo que había empezado, Mike apretó la mandíbula y gritó;

—¡Suéltela, idiota! 

Se lanzó hacia él, consiguiendo taponar cualquier golpe que querría hacerle este con la barra de hierro y lo que no había contado Theo es que Mike era mucho más fuerte que cualquiera. Sobre todo, de él.