Ella, Mi princesa. (Draco Malfoy)|TERMINADA| (#1) - AUTORA ORIGINAL

Capítulo 2

-Draco...-ella miro detenidamente el vagón del tren mientras inspeccionaba a la mujer que estaba sentada a lado del mencionado- lo siento no sabía que estabas ocupado..- murmuro con un toque de molestia.

-Así es lo estoy- se limitó a decir con seriedad- así que lárgate.

-Draco..- reprocho con elegancia aquella mujer que estaba recargada en el Slytherin- así no se tratan a las damas..-

-ja!- bufo divertido- ¿Parkinson una dama?-

-ya entendí- se quejó la chica ofendida antes de azotar la puerta-

-hmp...- Draco se recargó lentamente relajando los músculos que poco antes había tensado- como molestan.-

La mujer que lo acompañaba lo miraba con ternura y un poco de indignación; sabía que Draco no era necesariamente la persona más amable en este mundo pero que por lo menos podía preocuparse por alguien aún que su enorme orgullo lo obligara a negarlo.
Robert, el padre de Eli estaba muy consciente de eso. Por eso cuando ella entró a la vida del niño no podía estar más orgulloso en su vida.
"Draco es un chico bueno" recordaba aún las palabras de su padre "El hará cosas grandes no importa por el camino que vaya..." Aún memorizaba ese tono de voz con el que su padre hablaba. "Pero es un poco torpe... Necesita a alguien inteligente que le ayudé a seguir el camino correcto".
En ese momento ella sonrió, recordar las caricias que su padre le daba cuando ambos tomaban chocolate caliente o cuando le contaba historias de seres mágicos siendo buenos y ayudando a los demás la hacía sentir libre.... Amada.
Su padre; este recuerdo también la atormento...

-¿por qué tenía qué enfermar?- murmuro sin darse cuenta que lo había dicho en vez de pensarlo.

-¿tu padre?-intervino Malfoy quien seguía con su brazo envuelto por los de ella. -porque no es algo que puedas controlar Elizabeth...- también a Draco le incomodaba hablar del tema.

-papa no merece estar enfermo- dijo en breve y con la voz entrecortada ella.

Fue cuando Draco reflexionaba también que Robert se volvió como un confidente para él. Sin pensarlo dos veces soltó unas risas entre dientes; algo que por supuesto desconcertó por completo a la chica.

-recuerdo..-comenzó a hablar antes de que hubiera un malentendido- cuando me irritaba lo mucho que hablabas de tu padre..- miro frente a él los asientos vacíos del vagón y siguió hablando después de una pausa- apenas éramos unos niños... Unos mocosos, hablabas maravillas y maravillas de él. No te soportaba-

-¿gracias?- pregunto Eli con una ceja encorvada

-pero al final me di cuenta de que de verdad era una persona maravillosa...-

Eli estaba completamente perpleja por lo que acababa de escuchar; sabía que Draco y su padre habían formado una relación más apegada con el tiempo... Pero jamás creyó que Draco lo aceptaría.

-cómo sea,- continuó el Rubio jalando suavemente su brazo zafándose del abrazo de Eli- no importa el por qué Eli, si no el para que.- Draco le sonrió con amabilidad y paso su brazo apenas liberado suavemente sobre los hombros de la joven castaña- tu padre es fuerte, y sabio... Sea lo que sea Robert siempre se sale con la suya.... Como su molesta hija- y sin decir más la abrazo.

Eli sonrió, pero no dijo nada; el hecho de que Malfoy la abrazara no era nada molesto, más bien la hacía sentir segura. Estaba muy preocupada por su padre, la enfermedad avanzaba rápidamente y aún se preguntaba por qué la había obligado con tanto desdén a regresar a Hogwarts.

El expresso avanzaba velozmente y aún se encontraba en los brazos del chico; lo adoraba. El por su parte sentía gran aprecio por la chica aún que lo negara rotundamente. Era hermosa, elegante, inteligente, sabía, refina... Era perfecta. De pronto un pensamiento entro a la cabeza del chico algo.. Que simplemente lo enfado en segundos.

Era perfecta; tan perfecta que cualquiera de enamoraría de ella.

Sentía algo, algo que no podía explicárselo a sí mismo. Nadie debía ver a su pequeña Elizabeth con ojos de deseo.... Nadie, absolutamente nadie.

-Elizabeth- murmuro el, poniendo suavemente su mentón en el suave y sedoso cabello de la chica-

-¿si Draco?-

-¿no dijiste que ibas a cantarme algo antes de que la moleta de Parkinson llegará?-

-oh....- pensó lentamente la chica- sabes estoy pensando en escribirte una canción.

El chico enmudeció, ¿una canción? ¿para el?. Eli se separó levemente de los brazos de su amigo y lo miro con diversión.

-de vedad que me gustaría-

-cómo se te dé la gana- hablo con trabajo de no tartamudear-

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POV ELI:

-me han contado que dos escuelas vendrán a Hogwarts- hablo Goyle, un amigo de Draco.

Apenas había pasado media hora cuando él y Parkinson volvieron al vagón con la excusa de tener información interesante. Cuando Goyle llego me pidió que me casara con él, fue muy divertido y debo aceptar que no aguanté las ganas de reír inocentemente... Pero Draco lo golpeo tan fuerte que al pobre le sangró la nariz.

-eso ya lo sabía, ¿por quién me estas tomando? -

-yo....- Goyle comenzó a temblar ante la mirada fulminante de Draco

-Draco- lo llamé sin ser descortés- será incómodo ser seleccionada de nuevo y más viniendo el torneo de los tres magos.-

Draco dejo de fulminar al pobre chico y me miro con serenidad, pasó el brazo por mi espalda y acaricio mi cabello levemente.

-ignóralos, sabes que no valen el tiempo-

Eso sí que me daba ánimos.

-cómo sea- Parkinson interrumpió el acto- espero que Potter no quiera ser el cetro de atención como siempre.

-ja!- exclamo Draco indignado- ese san Potter no tiene nada más que hacer.

Escuche que el tren estaba deteniéndose y mire por la ventana. Suspiré profundo y cerré mis ojos.
Draco se dio cuenta y corrió a todos del vagón por segunda vez quedando sólo conmigo.

-Elizabeth- dijo serio pero amable- tal vez no sea lo mismo estas clases que las que tomabas con tu padre; pero escúchame bien. - el tomo mi mano y me miró directamente a los ojos. - estás conmigo y mientras así sea jamás estará sola.

-¿lo prometes?- murmure sin quitarle los ojos de encima; el chasqueo la lengua y sonrió; pero ETA era una sonrisa arrogante de la que lo identifica más que nadie

-¿pero quien me crees mujer? Por supuesto; lo prometo-

El tren paro; escuchaba los pasos de alumnos llegar y la mano de Malfoy se soltó de la mía.

-anda- Draco abrió la puerta y juntos salimos al corredor para descender del tren.

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