Ella, Mi princesa. (Draco Malfoy)|TERMINADA| (#1) - AUTORA ORIGINAL

Capítulo 13

Draco comenzaba a sentir como su estómago se revolvía y apenas podía contenerse. El suelo se le movió un instante; jamás se había sentido tan mal en toda su vida, pero eso no le importaba más que Elizabeth; la había hecho llorar, el recordaba dolorosamente como unas lágrimas apenas visibles se deslizaban sobre las perfectas mejillas de su princesa y aún no se explicaba de donde había sacado todas esas horribles palabras. Él sabía insultar a toda criatura que le pusieran enfrente, hacerla sentir inferior a tal grado que esa persona ya no quiera mostrar de nuevo la cara pero Eli... él se sentía incapaz de hacerlo, hasta ahora.

La sala común de Slytherin estaba en silencio, muchos de los que estaban en el lugar resultaban estar leyendo o perdidos en sus pensamientos. Eso es lo que más le agrada a Draco de su Casa: ninguno era ruidoso. Lo primero que hizo fue buscar a Elizabeth pero fue muy tonto de su parte; era muy obvio que ella no estaría ahí y por supuesto verlo no era de sus mayores deseo.

Draco se sentía inútil; no sabía cómo paso o porque lo hizo. Dentro de su mente él pensaba muchas cosas para disculparse con ella pero en el exterior algo lo hacía actuar de manera tan violenta y cruel que, él llegaba a describirlo como incontrolable...incluso tenebroso pero, no sabía si era él quien se estaba volviendo loco.

-¿Que paso Hombre?- la voz de sus conocidos cómplices lo interrumpió; Draco no se había dado cuenta que estaba parado frente a la chimenea. Estaba tan perdido en sus pensamientos que no recuerda como llego ahí. -¿Dónde está Elizabeth?-

-Si lo supiera no estaría aquí- declaró de una forma tan apagada y baja que incluso ellos se desconcertaron.

-¿De nuevo pelearon?- pregunto Goyle con la voz un poco temerosa; el creyó que su líder lo miraría feo o simplemente bufaría arrogante...sin embargo no hizo nada más que cambiar la pregunta por una más difícil de contestar.

-¿Por qué Elizabeth aun no me odia?- Si, era difícil de contestar porque ellos no eran los indicados para hacerlo; el silencio gobernó pues ninguno se atrevía a dar el primer paso, pronto Draco se enojó y se dispuso a salir de la sala común de Slytherin dejando a sus cómplices detrás de él. Sabía que Elizabeth lo odiaba en este momento pero le angustiaba no saber dónde estaba, ni con quien. Quería ir a buscarla, pero incluso él sabía que no era el momento indicado; era mejor estar solos para ambos.

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En cuanto a Elizabeth; ella posaba su hermoso rostro en el hombro de su amiga Gryffindor mientras que ella acariciaba con delicadeza su cabello cepillándolo lentamente con sus propios dedos. Ninguna de las dos había hablado aún. Estaba en lechuceria, el invierno cubría con una gruesa capa de hielo todo el lugar y el frío era aparente solo para una persona ahí pues para Eli la nieve era como su hogar.

-No era él- por fin hablo una delicada princesa que su piel era fácil de confundir con la nieve- Lo veía en sus ojos; él no quería decirlo.-

-Eli...-

-No Mione- Elizabeth la interrumpió antes de que Hermione soltara un discurso- Te juro que no era él- ahora estaba completamente derecha clavando sus hermosos y penetrantes ojos azules en su amiga.

-¿Entonces quién era si no?- la reto con la misma mirada que ella.

-Yo...no estoy segura- aceptó resignada- pero sé que no era él-

Mione suspiro agotada; sabía que la gran Elizabeth Stonkh era igual de terca como su padre, pero también sabía que de cada diez cosas que la hechicera aseguraba diez eran verdaderas. No sabía que creer.

-Lamento haberte hecho venir aquí..- murmuro la oji-azul al mismo tiempo que se paraba y tomaba una pluma de lechuza- Este lugar en invierno solía ser el favorito de mi padre- y con un solo soplo la pluma se convirtió en un hermoso y abrigador cobertor capaz de cubrir por completo a Hermione. La mencionada quedó atónita.