Capítulo 25

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Hola, hola! ya sé que quieren matarme; soy peor que los dulces con sabor a mocos dentro de sus dulces con sabor a fresa :V 

¡Disfruten!

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El chico de gafas redondas estaba aterrado; habían matado a sangre fría a uno de sus compañeros y amigo de escuela Cedric Diggory, su frío cuerpo posaba en la helada tierra y su piel palidecía más con los segundos que pasaban.

-Eli...- murmuraba el desesperado adolescente sin embargo la chica de mirada azul no le prestaba atención. -Eli por favor...- rogaba y repetía al borde de las lágrimas para así poder retroceder el tiempo y salir de ahí...pero nada pasaba.

-¡Silencio!- sentencio el hombre que estaba a su lado y que ahora poseía en sus brazos ese extraño cuerpo enfermizo y débil que temía fuera el mago más poderoso del mundo y que, desde aquella noche en que su presa sobrevivió, juro matarlo. -Elizabeth, es el momento- ordeno a la par que aquel pequeño cuerpo era depositado con brusquedad dentro del caldero hirviendo.

La chica asintió y desapareció entre la oscuridad de la cueva para regresar pocos segundos después con una túnica y una varita en sus blancas y hermosas manos. Se acercó a la figura masculina que le había lanzado la orden y en silencio asintió; Colagusano miro sonriente a Harry mientras se acercaba amenazadoramente a él. Deseaba mucho hacer esto por su amo.

-El hueso del padre- comenzó una voz suave y a la vez escalofriante; aquel tono de voz que ni en su más horrenda pesadilla Harry hubiera imaginado venir de Elizabeth- Tomado sin su permiso-

Colagusano hizo levitar el hueso que posaba a un costado de Harry y con un toque de locura y emoción lo dejo caer dentro del caldero. Luego guardo su varita, suspiro profundamente y de su saco mugriento y engrasado saco una daga de doble filo, la aprecio unos segundos hasta que la voz de Harry se repitió.

-Elizabeth, ¡no lo hagas!- rogó por milésima vez.

Aunque ella estuviera muriendo por dentro; aunque su alma estuviera siendo torturada por actos que ella misma cometía en pleno consentimiento...no podía dar vuelta atrás , pero ¿Por qué? de pronto tuvo miedo y dejo de recitar las instrucciones, su cuerpo se heló y sus manos comenzaron a temblar ¿y si...tan solo por un segundo, dejara todo en el suelo, activara el quinto anillo y se llevara a Harry lejos de ahí?-

-Elizabeth..- murmuro el hombre que posaba a su lado. Su fría voz la aturdía y de nuevo se sintió una inútil ¡¿cómo iba a dejarlo atrás!? ella lo adoraba y se estaba comportando como una cobarde.

La chica fulmino con la mirada a Peter que esperaba ordenes suyas así que prosiguió de nuevo segura de sus actos.

-La carne del sirviente- el acto del más viejo se sincronizaba con las gélidas palabras de la castaña- entregada voluntariamente- Aunque le parecía repugnante que Colagusano se cortara su propia mano no dejo de hablar. Tuvo que recoger las fuerzas dentro de su ser para ignorar los gritos desesperado de Harry. -La sangre del enemigo; tomada por la fuerza-

No era necesario mirar para saber que estaban torturando a su mejor amigo de la infancia; deseaba llorar y disculparse con él, pero no podía.

-Eli..- volvió a escuchar de su amigo Gryffindor, solo que esta vez era más débil. -No te dejes vencer- Era cierto que Harry la amaba, todos lo sabían menos él. Por eso estaba más desesperado por ella que por el mismo que estaba siendo desangrado para completar un hechizo y no le importaba siempre y cuando pudiera ver esos ojos celestes.

Las gotas fueron derramadas sobre el caldero, Elizabeth miro al encapuchado que estaba a su lado y tras un asentimiento se acercó a ella delicadamente por la espalda y comenzó a acariciar sus hombros de abajo a arriba para llegar a su cuello y al final a su cabello, que lo tenía sostenido por una coleta.

Ella, Mi princesa. (Draco Malfoy)|TERMINADA| (#1) - AUTORA ORIGINALWhere stories live. Discover now