La Misión Extra Del Sistema

4. ¡Felicitaciones! ¡Felicitaciones! ¡Felicitaciones!

4. ¡Felicitaciones! ¡Felicitaciones! ¡Felicitaciones! El protagonista y el usuario Shen Yuan puede iniciar las misiones del evento especial. Lamentamos los inconvenientes, pero si los usuarios intentan regresar podrían morir en el proceso (^▽^;)

Se tiro en su cama dando por finalizado otro día. 

Su hermana le había dicho que tenía que regresar a la casa de sus padres pero que regresaría al día siguiente para ayudarlo, que no hiciera ninguna locura y no intentará escapar de casa de nuevo para ver a su novia (casi le gritaba que no era su novia, era su esposo... Por suerte se detuvo a mitad de la frase).

Nuevamente se encontraba solo en aquel gran departamento que había sido como un regalo de graduación por parte de sus padres. Había deseado vivir solo por bastante tiempo cuando vivía en la casa de sus padres, realmente no había diferencia de todas formas, su padre y hermanos mayores se mantenían ocupados todo el tiempo, su madre pasaba más tiempo en casa después de su trabajo, pero chocaban un poco y era incomodo estar en una misma habitación por mucho tiempo, no se llevaban mal, pero también una conversación entre ellos era incómoda al hablar de los amigos que no tenia o la novia que nunca existió. ¡Perdón por no poder ser un abogado o un doctor como mis hermanos y querer estudiar literatura! ¡Perdón por ser un perdedor que prefería esconderse en la biblioteca en lugar de salir con otros después de la escuela!

Suspiro mientras se acomodaba en su cama. 

- Binghe... - susurró abrazando sus piernas - te extraño... 

- Shizun... 

Se sentó de golpe. ¿Se había quedado dormido y había soñado con la voz de Binghe? No... aquello había sonado tan real.

Con la única luz proveniente de la ventana miro a su alrededor, distingió una figura humana en el balcón de su habitación. No esperó más y corrió a abrir la ventana queriendo asegurarse que no era una ilusión... 

Se acerco lentamente a aquella figura que se encontraba cerca del borde, quería asegurarse que realmente estaba ahí, que no estaba soñando o que estaba sonámbulo y cuando se lanzara a los brazos de aquella ilusión terminaría por caer hacía el vació.

Estando cerca pudo distinguir mejor los  rasgos de su esposo, sus ropas negras, su largo cabello negro, sus ojos grises, la marca carmesí en su frente que brillaba ligeramente. Tomo su mano y con cuidado la giro para ver la cicatriz que se encontraba en esta, que su discípulo atesoraba por ser algo que él había hecho... uno de los tantos recuerdos dolorosos que tenían. Toco la cicatriz con cuidado, sintió como una mano acunaba su rostro y supo que no sé trataba de una ilusión. Alargó la mano para tocar el bello rostro de su Binghe, sintiendo su fría mejilla por el clima de esa noche.

- ¡Binghe! - con los ojos llenos de lágrimas se lanzó a los brazos de su esposo, sintiendo de nuevo como era estar en la calidez de los brazos de este, siendo correspondido. 

- Shizun... 

Por su parte, pesar que se sorprendía de ver a su esposo en su cuerpo original no era la primera vez que veía ese cuerpo, las extrañas ropas, su cabello corto y desarreglado, los ojos oscuros ocultos atrás de los extraños aros con cristal. Lo había visto un par de veces antes cuando había entrado por error en los sueños de su esposo, en esos sueños donde no encontraba a su Shizun, pero veía a la persona que ahora estaba frente a él interactuando con otras personas... parecía feliz pero solitario. Recordaba algunas veces cuando esa persona en los sueños era capaz de verlo y sonreía de forma amable.

Después que su A-Yuan le dijera la verdad sobre su pasado supo que esa persona que había visto era su Shizun en el pasado, en un mundo diferente, que las personas que lo rodeaban eran muy importantes para él. No tenía dudas que quien se encontraba en sus brazos en ese momento era el hombre al que amaba.