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"A veces, estamos destinados a cometer los mismos errores de nuestros padres... A repetir sus historias."

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—Hola, muchas gracias —sonrió suavemente a la secretaria que la dejó pasar a la oficina de su próximo entrevistado.

—El señor Beraelt te atenderá en un momento, toma asiento, por favor.

La jovencita se sentó en una punta del largo sofá negro que había en la sala, y se cruzó de piernas. Giselle tenía diecisiete años, pronto entraría en la universidad, pero ya formaba parte del periódico oficial de su nación, como reportera.

Ésta vez, quería hacerle una entrevista a alguien muy especial para ellos. Desde pequeño, había sido un niño prodigio, y era un gran científico y figura para su especie en el mundo humano.

La jovencita se puso de pie al escuchar que la puerta se abría, y se encontró con la azul mirada de un hombre rubio, algo de barba desprolija, y varios tatuajes en sus antebrazos, que se veían gracias a qué tenía la camisa arremangada.

—Buenos días, señor Athana, es un placer para mí que aceptara darme una entrevista —sonrió emocionada.

Beraelt observó a la muchacha, y le dio la mano, antes de tomar asiento en un sillón, y decirle a ella que también lo hiciera.

—No creí que serías tan joven.

—Todos piensan lo mismo cuando me conocen —sonrió—. ¿Le parece si comenzamos?

—Claro, estoy bastante apurado.

—Sólo serán unos minutos —le dijo desbloqueando su celular, para grabar, y tomar una libreta—. ¿Te puedo llamar por tu nombre?

—Mi nombre no lo conoces, pero entiendo a que te refieres.

—¿Beraelt Athana no es tu verdadero nombre?

—No, pero es el modo en que todos me conocen.

—¿Por qué no usas tu nombre real?

—Porque no soy la misma persona de antes. Ese nombre ya no me representaba.

—¿Y se puede saber cuál era? ¿O por qué elegiste esta nueva forma de llamarte? —sonrió.

—No —pronunció indiferente.

Giselle borró suavemente la sonrisa de sus labios, y miró su libreta, haciendo una anotación.

—Te graduaste de la universidad como médico a la edad de dieciséis años, cuando la mayoría de los adolescentes kanatitas recién están por salir del-

—¿La entrevista se va a tratar sobre un recompilado de hechos que ya todos conocen de mí? Porque si es así, puedes buscar en mi biografía y sacar lo que quieras de ahí. Es básicamente lo mismo.

—No señor, Athana, pero usted no me dejó si quiera terminar de formular lo que iba a decir. Entiendo que esté apurado, al parecer, no fue un momento para realizarle una entrevista —le dijo tomando nuevamente su celular, cortando la grabación.

—¿Esto es todo?

—Sí, no necesitó decir mucho para darme material para mi artículo. Que tenga buen día —le dijo tomando su bolso.

El rubio rodó los ojos cuando ella cerró la puerta, y buscó algo dentro de su chaqueta. Sacó una cápsula, y la abrió, antes de vertir el contenido dentro de su boca, y cerrar los ojos.

Un suave gruñido salió entre sus labios, y se relajó en el sillón. Eso es lo que necesitaba para estar de buen humor.

...

No lean... Me demoro mucho en actualizar 😔

No me dejesWhere stories live. Discover now