VII

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Gruñó bajo, molesto, cuando escuchó el timbre de su casa. Sólo dos personas sabían que allí vivía, y dudaba mucho que la chiquilla fuera la que lo estaba visitando.

Giró en la cama, cubriéndose la cabeza con la almohada, y esta vez, escuchó su celular sonar.

¿Quién demonios estaba de insistente?

—¿Qué diablos quieres? —masculló con los ojos cerrados.

Esperó unos segundos, y al no recibir respuesta, abrió levemente los ojos, ya que el brillo de la pantalla le molestaba, y con la vista borrosa, leyó el nombre del contacto... Dejándolo sorprendido.

—Giselle, no pensé que eras tú.

"—Lo entiendo señor Athana, y creo, que mi visita es inoportuna."

—Estaba durmiendo, no lo voy a negar. Dame unos diez minutos, y te dejo pasar.

"—Vuelvo en otro momento, no hay apuro tampoco."

—Que esperes diez minutos, ¿O prefieres pasar y esperarme en la sala?

"—Regreso en otro momento."

Gruñó poniéndose únicamente el pantalón, y salió casi corriendo de la habitación, y luego de su casa, no sin antes abrir el portón para que entrara Giselle.

La jovencita lo observó sorprendida, y luego carraspeó.

—No era necesario que me atendiera ahora, y... En éstas circunstancias.

—Te dije que esperaras diez minutos y no quisiste. Ven, mientras me esperas en la sala, me iré a cambiar.

—Está bien —le dijo caminando junto a él—. Disculpe que viniera sin avisar antes, pero es que no fue planeado tampoco. Pasaba cerca de aquí.

—Sólo dos personas conocen mi casa, y para ser sincero, no creí que tú vendrías a verme, fue por eso mi reacción.

—Me gustaría escribir una biografía de usted. Estuve leyendo una ya publicada, pero siento... Qué le falta más de su esencia.

—Entiendo, toma asiento, regreso en un momento —le dijo guiándola al living, antes de ir a su habitación a terminar de cambiarse.

Giselle observó las paredes, los muebles, y luego se sentó, anotando algo en su libreta. Él no tenía fotografías de su familia, o suyas propias.

—Dices qué quieres escribir una biografía de mí ¿Por qué? —le inquirió curioso, regresando.

—Me parece que sería interesante. Tiene mucha influencia en los jóvenes de la isla.

—Mm, tal vez. Pero creo que para aligerar información, puedes usar lo que ya está en la biografía, y preguntarme lo que quieras saber a parte. ¿Café o té?

—Café. ¿Y qué estaría dispuesto a responder?

—Dime puntualmente que es lo que quieres saber —pronunció antes de ir a la cocina.

En cuanto el rubio regresó, Giselle fue contundente.

—¿Por qué se cambió el nombre, señor Athana? Entiendo que la persona que usted perdió, fue muy importante en su vida, y que fue quien le dio significado al mismo. No voy a preguntarle quién fue, pero si porqué decidió cambiarlo.

Beraelt frunció levemente el ceño, y le dejó el café frente a ella.

—Fue por respeto a su memoria. Hace mucho tiempo que no soy el niño que ella conoció. Mucho menos el hombre que ella esperaba que fuera... Sé muy bien que ella no estaría orgullosa de mí ahora—pronunció bajo lo último.

...

No me dejesWhere stories live. Discover now